miércoles, diciembre 06, 2006

Nacimiento y avatares del poema

Por Aldo Luis Novelli (1)

Material publicado inicialmente en www.escritorespatagonicos.8m.com


La poesía es un imposible y el poema una derrota.
El poema surge de un mal estado de ánimo, de una manifestación tribal en la esquina, de un texto mal leído, de un intestino revolucionario, de la soledad absoluta un segundo después del coito, o de la observación abusiva del juego del millón en el programa de Susana Gimenez.
Técnicamente diría, que sucede un acontecimiento, personal o ajeno, un acontecimiento cualquiera, la imagen de una película, un trozo de conversación escuchado arriba del colectivo, los pechos de una mujer vislumbrados debajo de la blusa, algunos acordes de una canción olvidada, una muerte, o un sueño extraño y fragmentado por la desmemoria. Y alguno de estos sucesos genera una sensación, una sensación diversa y varia, dolor, emoción, angustia, nostalgia, delirio, desasosiego o excitación, o cualquier otra, y ésta permanece grabada en algún recoveco de la memoria y de alguna desconocida forma.
Después de cierto tiempo, en un momento pertinente y sensitivo, este recuerdo surge inesperadamente en el presente, creando ahora una sensación similar o tal vez igual (pero no la misma) y forma imágenes mentales, claras o difusas, reales o ficcionales, de aquel acontecimiento que las generó y entonces el cerebro y el espíritu las empieza a traducir en palabras, las decodifica, las sintetiza, las corrompe, y nace un verso, tan solo un verso, que el esfuerzo posterior, o sea, la inspiración, el talento natural y un complejo y desconocido andamiaje de saberes, convertirán en un poema, o mejor aún, en un proto-poema.
Después de todo esto, resta lo fundamental, el trabajo textual sobre esta arcilla blanda y maleable, que es el poema crudo, el poema en estado puro, y allí las diversas facetas de este arduo trabajo.
Luego, una de las múltiples consecuencias de este proceso, es provocar una sensación parecida o análoga a la que generó el texto, ahora en el lector, intención que generalmente es otra derrota.
De aquí, que la poesía, el arte todo, es una permanente derrota, es la búsqueda de un ideal, de un imposible.
A mí me alienta la búsqueda de ese ‘aleph poético’, la búsqueda del poema total, aún sabiendo conscientemente que es un imposible, pero también una utopía, tal vez la que me incita a seguir escribiendo.
Algunos poetas entre comillas (diciendo esto, un poeta que no está totalmente libre de comillas) creen que están escribiendo la ‘gran cosa’ y entonces ‘se postran embelesados con reverencia ante un paisaje plagado de edenes’, o nos dictan ‘una desiderata estúpida y vulgar sobre su amor a la madre o a la novia indigestada de blanca pureza’, están muy lejos de la poesía o cualquier otra forma de arte que se precie.
Personalmente no puedo afirmar que he accedido al ‘cosmos de la poesía’, digo que vi una hendija y espié por allí (y esto me llevó muchos años) y digamos que apenas he vislumbrado ese cosmos, que intuyo infinito.
Compartirlo ahora con los otros, es un acto generoso y egoísta, es buscar en el otro una afinidad, es buscar un soñador, un príncipe de las mareas entre aguas turbias y contaminadas.
Compartirlo con los otros, es intentar un mundo mejor, es creer que la palabra sirve para algo más que para comunicarse, es un acto de rebelión, es también un acto de fe.
Compartirlo con el otro, es el último acto de resistencia, para combatir la tremenda soledad que nos aflige en este fin de milenio.


Compartirlo, es ya el triunfo, de esta permanente derrota.


(1) Poeta, cuentista, fabulador y ensayista. Nacido en Neuquén en 1957. Es autor de los libros de poesía "Heridas del Naufrágio", "Delicias de la vida cotidiana de la vaca", "Camino cansado entre cuerpos", , "Pasajeros del vacío", "Heterónimos", todos ellos inéditos, publicò "la Noche del hastío" ( Ed. Limòn, 2005). Integró el grupo "Poesía en Trámite" y ha obtenido innumerables premios por su obra. Es uno de los grandes poetas que tiene el sur Argentino.

sábado, diciembre 02, 2006

Dos poemas de Antonio "Gato" Molina




"FLORALIS GENÉRICA" (es la flor de metal que se abre aquí cerca)

Flores que pierden su color,
Flores que se abren
y viajan a su centro,


Cogí de una mano gitana un ramo de flores de fuego.
Y olvide mi nombre.




SIETE REJAS (1)

Siete son los que te traen
Siete son los que te llevan.


Siete rejas, siete llaves, siete rejas.

Siete mares.

(1) éste poema es un robo, pero no se sabe a quién.