miércoles, diciembre 06, 2006

Nacimiento y avatares del poema

Por Aldo Luis Novelli (1)

Material publicado inicialmente en www.escritorespatagonicos.8m.com


La poesía es un imposible y el poema una derrota.
El poema surge de un mal estado de ánimo, de una manifestación tribal en la esquina, de un texto mal leído, de un intestino revolucionario, de la soledad absoluta un segundo después del coito, o de la observación abusiva del juego del millón en el programa de Susana Gimenez.
Técnicamente diría, que sucede un acontecimiento, personal o ajeno, un acontecimiento cualquiera, la imagen de una película, un trozo de conversación escuchado arriba del colectivo, los pechos de una mujer vislumbrados debajo de la blusa, algunos acordes de una canción olvidada, una muerte, o un sueño extraño y fragmentado por la desmemoria. Y alguno de estos sucesos genera una sensación, una sensación diversa y varia, dolor, emoción, angustia, nostalgia, delirio, desasosiego o excitación, o cualquier otra, y ésta permanece grabada en algún recoveco de la memoria y de alguna desconocida forma.
Después de cierto tiempo, en un momento pertinente y sensitivo, este recuerdo surge inesperadamente en el presente, creando ahora una sensación similar o tal vez igual (pero no la misma) y forma imágenes mentales, claras o difusas, reales o ficcionales, de aquel acontecimiento que las generó y entonces el cerebro y el espíritu las empieza a traducir en palabras, las decodifica, las sintetiza, las corrompe, y nace un verso, tan solo un verso, que el esfuerzo posterior, o sea, la inspiración, el talento natural y un complejo y desconocido andamiaje de saberes, convertirán en un poema, o mejor aún, en un proto-poema.
Después de todo esto, resta lo fundamental, el trabajo textual sobre esta arcilla blanda y maleable, que es el poema crudo, el poema en estado puro, y allí las diversas facetas de este arduo trabajo.
Luego, una de las múltiples consecuencias de este proceso, es provocar una sensación parecida o análoga a la que generó el texto, ahora en el lector, intención que generalmente es otra derrota.
De aquí, que la poesía, el arte todo, es una permanente derrota, es la búsqueda de un ideal, de un imposible.
A mí me alienta la búsqueda de ese ‘aleph poético’, la búsqueda del poema total, aún sabiendo conscientemente que es un imposible, pero también una utopía, tal vez la que me incita a seguir escribiendo.
Algunos poetas entre comillas (diciendo esto, un poeta que no está totalmente libre de comillas) creen que están escribiendo la ‘gran cosa’ y entonces ‘se postran embelesados con reverencia ante un paisaje plagado de edenes’, o nos dictan ‘una desiderata estúpida y vulgar sobre su amor a la madre o a la novia indigestada de blanca pureza’, están muy lejos de la poesía o cualquier otra forma de arte que se precie.
Personalmente no puedo afirmar que he accedido al ‘cosmos de la poesía’, digo que vi una hendija y espié por allí (y esto me llevó muchos años) y digamos que apenas he vislumbrado ese cosmos, que intuyo infinito.
Compartirlo ahora con los otros, es un acto generoso y egoísta, es buscar en el otro una afinidad, es buscar un soñador, un príncipe de las mareas entre aguas turbias y contaminadas.
Compartirlo con los otros, es intentar un mundo mejor, es creer que la palabra sirve para algo más que para comunicarse, es un acto de rebelión, es también un acto de fe.
Compartirlo con el otro, es el último acto de resistencia, para combatir la tremenda soledad que nos aflige en este fin de milenio.


Compartirlo, es ya el triunfo, de esta permanente derrota.


(1) Poeta, cuentista, fabulador y ensayista. Nacido en Neuquén en 1957. Es autor de los libros de poesía "Heridas del Naufrágio", "Delicias de la vida cotidiana de la vaca", "Camino cansado entre cuerpos", , "Pasajeros del vacío", "Heterónimos", todos ellos inéditos, publicò "la Noche del hastío" ( Ed. Limòn, 2005). Integró el grupo "Poesía en Trámite" y ha obtenido innumerables premios por su obra. Es uno de los grandes poetas que tiene el sur Argentino.

sábado, diciembre 02, 2006

Dos poemas de Antonio "Gato" Molina




"FLORALIS GENÉRICA" (es la flor de metal que se abre aquí cerca)

Flores que pierden su color,
Flores que se abren
y viajan a su centro,


Cogí de una mano gitana un ramo de flores de fuego.
Y olvide mi nombre.




SIETE REJAS (1)

Siete son los que te traen
Siete son los que te llevan.


Siete rejas, siete llaves, siete rejas.

Siete mares.

(1) éste poema es un robo, pero no se sabe a quién.

domingo, noviembre 19, 2006

Libros selectos-segunda entrega-



Selección de Alfredo Gimenez

Danza Curva, de Ricardo Miguel Costa, publicado por Ediciones del Dock (1999)


Con siete libros publicados, Danza Curva (Ediciones Del Dock, 1999) está en el centro del total de las publicaciones de Ricardo Costa, porque en este libro convive algo de lo que desarrolló en sus obras anteriores, con el anuncio de lo que vendría después.
Parte indisoluble del grupo encargado de renovar la poesía patagónica en los ajetreados y gloriosos años ´80, Costa se diferencia del resto por la ausencia del paisaje patagónico en forma explícita en sus poemas. Su relación con el entorno bien puede ser la meseta neuquina o un amplio patio de su casa natal en el barrio de Boedo (“muy cerquita del Viejo Gasómetro” como recuerda siempre). “Tal vez por ese brusco cambio de paisajes no hay marcas del entorno en su poética, si la gran ciudad fue tragada por la misma Patagonia o viceversa, no lo sabremos”, dirá de él Laura Yasán.



Estrategia

No es más fuerte quien recuerda la sutura
de la carne para retomar el combate.

El que invade el temor y lo corta con la ternura
de quien se cree seguro temblando,
es quizás el espíritu de esa fortaleza.

El amor al temblor convierte al hombre
en una mínima esperanza de su confianza.

Le otorga la sabiduría de volver a temer.


Danza curva



Con un cuchillo la vastedad es inmediata.
Tomar un bocado o cometer un crimen, pueden ser
dos extremos posibles para el ánimo de quien lo empuña.
Para el que mata, el corte es una danza curva
contra el cuello.
Para el hambriento, el corte contra la carne
es la bendición de su miseria.
Pero el que hunde la palabra cuchillo en un poema
corta y troza sin bendiciones ni danzas.
El poema puede ser un tajo luminoso que separa la carne
de tu alma para flotar.
Sólo en la voracidad del hambre está la inmediatez.
La vastedad, en el temor de la víctima y en el vértigo
de quien escribe.




Exequias



Tu boca quiebra un insulto
y lo comparte conmigo.
Luego me besa para impedir una respuesta,
para que el insulto continúe repitiéndose
en su mensaje.

Las historias no dichas aún en nuestras vidas
deberían construirse sobre un testamento.
Nosotros, los testigos del hecho, sabremos
respetar la memoria del pasado.
Mientras tanto, yo guardaré silencio por mi silencio,
ahora que tu boca cava una sepultura
y el cadáver es un beso que se rompe.




Trapo con mascota



Me decía No me apures. No me saltes
encima. Amame como hay que amar. Entregá
todo por algo: oro por tierra, hambre
por fatiga. Doblame el alma y mordémela
contra el pecho para tenerme enteramente
abierta.

Me hacía temblar como un trapo enganchado
en el alambre, como un animal desflecado,
como un cachorro ajeno a lo salvaje.

Y yo ladraba, pedía más, le daba la pata
y me sentía un ángel satisfecho cuando veía
con emoción que cambiaba tierra por oro,
fatiga por hambre.




Ars amandi II


El amor es la traición más delicada
que puede sostenerse entre dos víctimas,
basta que una de ellas caiga primero
para que el otro asuma el poder.
El caído no sabe que ese dolor es suyo,
por eso piensa en el otro y lo compadece.
Duda entre someterlo o ser dominado
porque ignora que la voluntad es la negación
del poder sobre los caídos.
Arte simple y cruel, como la herida que falta
cuando la decisión está cargada en un puño
y alguien mide el golpe sin anunciar
cuándo, dónde, ni por qué.



Adrenalina



Pienso en la mano que dibuja
con un cuchillo la muerte.
El puño armado no participa
de la atención del autor.
La adrenalina busca a través de sus ojos
los ojos de la víctima, mientras la mano
trabaja una y otra vez sin descuidar
el ritmo.
Ocurre lo mismo con quien abre un poema
sin mirar lo que escribe.
Sólo hunde la mano en la carne de la palabra
para ver.


Graffiti


Una pareja de amantes
se aprieta contra una pared.
“Viva Muerte”, dice en la pared,
y yo los miro gozar hasta hacer de esa muerte
una palabra acogedora.
Tal vez cerrar los ojos y morderse
no sea la manera más combativa de acabar
con ella. Pero la pintura se debilita
y la muerte se convierte en una verdad
que ya no tiene importancia.



Primer movimiento


Una boca quieta junto a otra boca quieta
prueban que la levedad del tiempo
podría transformarse en un dibujo ciego
del deseo.
Por eso la boca en la boca del otro.
Por eso el cuerpo mayor sobre el menor.
Por eso algo mueve la luz y las ideas previas
se apagan lejos, en una hoguera propia,
en un aire quemado.




No toda es vigilia
la de los ojos abiertos
M. Fernández


De todos los mundos posibles
el del reposo es el más aterrador.
El tiempo que demora un alma
en construir la palabra Alma,
es el preciso instante en el que
la historia de un hombre
comienza a intuir la muerte.
Escribir no me salva del temor al tiempo.
Pero sí hace que el mundo sufra el reposo
de mi cuerpo, mientras agito una idea incontenible.




Da capo


Desnuda en la cama.
Tira la cabeza hacia atrás
cada vez que se ríe.

El arco de la nuca.

El cabello le cubre el arco
de la nuca.
Allí, donde quema el latigazo
de mi lengua, donde la punta
le arranca la carcajada,
donde su voz baja para aplastarse
contra la almohada y demandar
lo suyo: cegar los ojos,
darle todavía más, castigarla
oara que vea.
Bien arriba de ella.
Desnuda. En la cama.
Sobre el arco de la nuca.

martes, noviembre 14, 2006

Poema de Raúl Mansilla



UNA MUJER PINTÁNDOSE FRENTE AL VACIO

El vacío no era como creía una mancha imperfecta con bulones en los cuatro costados asido a la noche de manera solitaria. El vacío es el paisaje que se crea cuando la puerta se cierra definitivamente y uno queda adentro y otro afuera.El vacío fue inventado por la televisión en mil novecientos sesenta y nueve con tres astronautas saltando ridículamente en un galpón.El vacío tiene varias cuadras de tierra que riega regularmente un camión que no es de Dios como cree el panadero.El vacío es una pintura de Jackson Pollock en el baño de mujeres. Es como un chicle con sabor metálico va y viene en los asados argentinos.El vacío sos vos frente al espejo de un sábado en que la marca de agua original del rostro lavado pasa a convertirse en Bagdad. Nuestras madres llamaban seducción al vacío de enfrentar al espejo con el arsenal de lápices para delinear para pintar labios cejas rubor por acá y por allá el subrayado es tuyo en noche bestia en la noche para romper todo con tu mirada verde para que griten los otarios.“Si primero no te amas no podés andar por ahí presumiendo que podés amar a otros” es la premisa del espacio vacío. El vacío es un dolor de muelas, una taza cayendo de tus dedos. Trizas. Trizas. No podés andar así queriendo a todo el mundo pensando en clonar tu vacío personal en el afectuoso saludo a madres padres abuelos. Cómo está tu vida, qué vas a hacer el próximo quinquenio?. El vacío es el sábado arrojan arroz y no se de donde viene la manía la fotito en la fuente de agua el ridículo vestido blanco las bocinas el novio, la novia los padrinos de armas. Son labios los que encienden la mecha de ese fuego artificial que es el amor y que inventaron los chinos como inventan todo?.Ojos rojos rasgados en sus vestiduras del mirar que invaden de arroz los registros civiles de todo el vacío que quieren comerte occidental y cristiana a vos que ya estás radiante en el espejo con tu pelo rojo y tus ojos verdes delineados y tus labios dobles listos para salir al ruedo que a moneda de hoy es vacío. Primera semana de marzo donde ya todos cobraron en metálico lo que a moneda de hoy serían menos birras menos fasos menos escabio menoscabo de lo que realmente es el vacío para pintarle la cara al más pintado. La poesía es como el vacío pero sin la capacidad que esta tiene de vencer al óxido que genera tu cabecita loca como un gel. La poesía es metálica como el mundo de Mad Max y se la puede desarmar a partir de un gran bulón que tiene en la parte inferior de la carcaza amarilla lírica si es que todavía no se soldó con la herrumbre del líquido citado que nace en la cabeza del mismo vacío. Pero nos estamos yendo del vacío del instante en que frente al espejo de tu baño te disponés a ponerle el moño al cuadro de Gauguin cuando el leve movimiento de tu mano derecha abre la puertita blanca del vanitory para extraer el Eau de Toilette todo revuelta en tu piel para justificar tu presencia en el vacío en el ángulo opuesto del vacío donde estaré y donde cada uno olerá lo que quiera porque para eso se cerró la puerta para que cada uno tenga su propio paisaje vacío.

domingo, noviembre 12, 2006

Un poeta en Bahía Blanca

La obra de Osvaldo Costiglia no goza del reconocimiento merecido en esa triste y gris ciudad; haciendo frente a ésta injusticia la revista La posición, dirigida por el escritor Maxi Crespi , le dedica en su último número un Dossier que incluye una selección de poemas con una oportuna y aguda Introducción del poeta Álvaro Urrutia. Reproducimos a continuación dicho material confiados en que - como dice Urrutia en la introducción- "a pesar de todo la buena poesía siempre sale airosa en ésta lucha"





Invitación a la poesía
Por Álvaro Urrutia



Sabidos son los muchos escollos que debe superar la poesía en estos días. Luchar, en un primer momento, con una sociedad que poco entiende de tiempos de reflexión, de los tiempos de la poesía. Entonces nos apuramos, desentendiéndonos del problema, a responsabilizar exclusivamente a los gobiernos militares, y al frívolo neoliberalismo, del estado en que se encuentra la cultura. Un segundo momento, que es una problemática a la que los poetas no pueden hallarle culpables externos, es la arbitrariedad por la que se rigen la difusión de obras en las distintas revistas de poesía, y en la entrega de premios o becas a poetas. Así vemos cómo muchos poetas menores se pasean mostrando como grandes logros premios y becas, que ganaron en algún concurso en que era jurado algún colega amigo, y a grandes poetas maltratados por la crítica o desdeñados. Así, las revistas realzan a un poeta sobre otro, por un capricho que pocas veces justifican seriamente. Entonces le hacen a un poeta una entrevista, sin dejar que hable demasiado de su obra, interrogándolo sobre la de otros, con la que el entrevistador simpatiza. Los medios de manipulación son muchos y nunca bien intencionados. Estos mercaderes alimentados por un snobismo cultural que siempre los respalda, son los verdaderos enemigos de la poesía: precoces, apurados a definir qué es poesía y qué no lo es, clausuran el acto libre de la creación.
Pero, a pesar de todo esto, la buena poesía siempre sale airosa en esta lucha. Un ejemplo actual es la obra del pampeano Bustriazo Ortiz, que a pesar de ser una voz alejada del canon, se impuso hoy en la escena poética. Fotocopias de sus escritos recorrieron la Patagonia, pasando de mano en mano y de boca en boca, obligando a que se ponga atención en su poesía. Análoga es la suerte que corre la obra de Osvaldo Costiglia, este gran poeta bahiense, del que hoy se me ha encargado hacer una selección. No llegué a su obra por haber leído sobre él en alguna revista, ni porque me hablaran de premios o menciones que haya recibido. De boca de Guillermo David me llega la primera recomendación de leerlo. Pocos días después, en la marcha del 24 de marzo de 2005, tuve la segunda recomendación de su propia boca mientras hablábamos de Manuel Castilla, entre el tumulto y los cantos de la multitud contra el olvido, Osvaldo nombró a Walter Adet, otro gran poeta salteño, y con suave voz, me recitó, de memoria, el poema “Los oficios”, a pesar del ruido de la marcha, su voz se dejó escuchar con excesiva claridad, y me hizo reconocer casi instintivamente la genialidad de ese poema. Sin duda esa voz suave, hermanada con el silencio, era la voz de un verdadero poeta.
Las casualidades, o las causalidades, me han dado la posibilidad de conocer la gran obra poética de Osvaldo Costiglia. Posibilidad que espero poder pagar al menos en parte con esta selección de poemas, que pretende incentivar la lectura de este poeta de Bahía, ¡perdón! EL POETA de Bahía.
He optado por exponer sus poemas cronológicamente, de modo que se pueda seguir la “evolución” y los movimientos de su pensamiento. He tratado que queden expuestos los temas que considero de mayor importancia en su poética: el tiempo y la realidad política. Ambos están ligados estrechamente. El pasado siempre vuelve, son las voces de los ausentes y son las voces del olvido y de la memoria. Nos dice: “Hablo en la boca con otra lengua /en la que mi lengua se enreda...”. El presente le hace sacar la mano de la manga del sacón “para tocar el árbol de la esquina /como si fuera un hermano nocturno /e impasible.” El futuro lo invita a poner “en la mesa tres o cuatro vasos /para dos o tres improbables /convidados por la blancura del olvido”.
En su poesía siempre está presente, lo que él llama, refiriéndose a Giannuzzi pero que podría haber dicho de sí mismo, una “vibración ética”. Vibración ética que lo hace volver al pasado, al de la larga noche de la dictadura, a dialogar con la memoria y con la culpa del olvido. Así, la poesía de Osvaldo, deviene política por propia elección. La política y la poesía se “interpretan e implican mutuamente”, nos dice en el prólogo a su antología Poesía y Política, y completa: “La poesía debería, tal vez, encarar la política desde esa condición de búsqueda de una palabra que no aparezca en los discursos, una palabra única e irrepetible, pero que lleve luz a ese terreno arduo y transitado por multitudes.” Esta es, sin duda, la principal intención de su poética.
Todo lo que pueda seguir diciendo sobre esta obra estaría de más. Aquí los poemas:




EN LA LENGUA, ESE PÁRAMO

Hablo en la boca con otra lengua
en la que mi lengua se enreda
palatal o nasal, acepto la fonética
del destino, los sonidos oscuros
como si fuera la caverna platónica,
pero sin cuerpo, sin manos.
Alguien contiguo a mí en ese
pequeño departamento
desfigura las figuras del amor
en el abandono de la saliva.
El castigo es amanecer
con la memoria reseca
y sin addenda
como corresponde a la categoría
de un ser único.
B.B., 19/08/2002. Palabras asediadas.

DESMEMORIA
A Paco Urondo
La isoca en el trigal, o algo así,
alguna plaga en las cabezas
del país trigal, moviéndolas,
las cabezas, de un lado a otro,
como si algo se moviera, como si pensaran
algo y vos buscando entre los viejos
rejuveneciéndolos en la revoluciones,
pasado de revoluciones
antes de empezar.
Tus pasos de samurai
cuando ya no hubo joda
cuando les dijiste que nunca la hubo.
Ahora, que tristeza
nos disponemos a olvidar,
justamente nosotros,
bañados de oscuridad
y luz de ausencia,
justamente ahora y con un hilo de voz
no mas ancho que el filo de un cuchillo.
B.B., 16/07/2003. Palabras asediadas.


MEDIANOCHE
La casa de enfrente se ilumina.
En esta noche de vino negro y soledad
me gustaría cantar y proponer un brindis
poniendo en la mesa tres o cuatro vasos
para dos o tres improbables
convidados por la blancura del olvido.
De todos modos el ensueño
encogido sobre la nuez del tiempo
corrobora que la sombra en la pared
coincidió alguna vez con un cuerpo.
Edades de la memoria, edades de la desmemoria
deslizándose como arena
abandonando el fruto al oleaje inmóvil
de las palabras.
B.B., 25/05/2001. Ciudades del invierno.

ESTADO DE COSAS
Me refugio en la desnudez como si fuera
el buen salvaje de Rousseau que no soy:
pero hay que tener en cuenta que la filosofía
es ardua y el sudor precede a su rigor mortis.
Está la ciencia y sus amaneceres que anochecen
por lo general antes de tiempo,
con su vena matemática que solo aporta indiferencia.
A la literatura la corroe la desdicha
si pasamos al sillón al patio derruido.
Y la poesía, bueno, la poesía se escribe... ...
a veces.
B.B.,11/03/05. Selección poetica 2001/2005


LLAMADA AL AUSENTE

Eras el espía que se desvanece entre las sombras
saqueado ya el secreto del siglo
dejas paso al ventrílocuo
que aceza con una voz sin raíces
el vacío del tiempo
y despoja a la vida de su resplandor.
Las traslúcidas presencias de la ciudad
arañan los sueños, los apagan,
entre cortinas ajadas de escalofríos.
Suena un timbre en el fondo de los años,
interminablemente,
en un país que sobrevive.
B.B., 16/03/2001. Selección poética 2001/2005


EN MI CALLE

Se me hablaban las manos esa noche
y las metí bajo las mangas estiradas
del sacón.
Sólo volví a sacar una sola,
para tocar el árbol de la esquina
como si fuera un hermano nocturno
e impasible.
B.B., 06/08/2002. Palabras asediadas (2001/2003)- inédito.

¿Qué hace la poesía?

¿Qué hace la poesía en esta amena reunión
donde se habla de crisis o dichas y desdichas
cotidianas?
¿Qué hace el poeta, ese hombre mas o menos
menor, donde algo no esta en su lugar
para que digan bueno, él es así, pero adorna
unos momentos la charla antes de pasar
a lo que importa?
¿qué hace cuando gira su cabeza
y pareciera que mira llover a su espalda?
La primavera cuando es su tiempo
también deambula como una mariposa
por su boca, pero
¿qué va a decir por lo no dicho?
Los brillantes invitados lo escuchan
cuando quieren obsequiarse
la breve alegría que su incoherencia habilita
pero hay un tiempo, una leve frontera
que deberán reconocer
porque su mundo no debe desbordar
de su cabeza, ese alhajero
que todos parecieran conocer
como si durmieran con él,
abierto en la mesa de luz
y recibiendo la mañana.
B.B., 27/02/05. Selección poética 2001/2005.

DEBO HACER ALGO TODAVIA

Debo saludar las voces que ignoré
resentir el olvido que me eligió
traducir el lenguaje de la fiesta
a la luz de su final
decirles a los cantores
que allí estaré
plantado en la neblina
apoyado en la madera
a cuenta de sus crujidos
las manos perdidas en las tareas
incomprensibles de la vejez
recogiendo los restos de la mesa
para iniciar la ceremonia de las cartas
y educar a lejanos amigos
en los relatos de la luz menguante
en los relatos de la desmemoria.
B.B., 24/04/1996. Condenaciones y Resplandores (1995/1996)- inédito

sábado, noviembre 11, 2006

De la nostalgia en Sión al beligerante estado de Israel

Por Dante Sepúlveda

Como todos saben en estos días se reavivaron los ataques del ejercito israelí a blancos civiles en Cisjordania y Gaza.
En el año 2003 se me encomendo la -no muy fácil- tarea de preparar una disertación indagando el origen de los fundamentalismos Musulmán y Sionista.
En la intrincada labor de la investigación se llega, a veces, a una acumulación de datos inconexos.
Recuerdo que la charla no tuvo muchos adeptos, pero lo que transcribo a continuación fue lo mejor que pude hacer.

"pues si mi vida es lo que pidiese,
eso le daré"
Versículo 21, Capítulo 22.
Libro del Job

"dicen los hombres dignos de fe,
pero Alá sabe más"
Jorge luis Borges


El hombre nació cuando las fuerzas del Tercer Reich aplicaron la solución.
Tiempo de paz en Gaza.
La mujer emigró con los sobrevivientes.
Años después, lo vió entrar.
-Qué culpa tenemos, interrogó.
Se fue sin respuestas.
En el otro extremo de la calle, la mujer, lloró por él y por todos.
El hombre se inmoló en aquel bar de Tel Aviv.
En alguna parte, Ismael e Isaac, reían tristemente.

sábado, noviembre 04, 2006

Libros selectos -primera entrega-


Con la presente selección de poemas se inaugura una nueva sección en el blog, se entregaran fragmentos de libros, que quien esto escribe considera indispensables en la poesía patagónica, en esta oportunidad se presenta la primera parte de “El héroe del líquido” de Raúl Mansilla, editado en 1999 por Ediciones del Dock.
En este libro Mansilla agudiza la estética iniciada en “Las estaciones de la sed” (Último reino, 1992), construyendo “el héroe” como un personaje casi de novela articulado de manera impecable con la claridad y “elegante crudeza” que caracterizan al “poeta de ojos rojos”. Aquí los poemas:





EL ORO DE LOS TONTOS

Nada es oro en la mirada del héroe.
La fe ha sido abandonada y no hay nada que inventar.

Nada que curar, nada que nadar.

Nada que negar, las ramas ya están,
sobre el árbol del que cuelgan, líquidos,
el padre del padre del padre de su padre.

Nombres mudos e hijos naturales del alcohol.

Ni cruces de madera en las pupilas dan razones valederas.

Ni el arroz arrojado por Dios a los felices,
ni las madres recordando su futuro en el espejo.

Oro de los tontos.
El silencio es negro y blanco, sólido y gaseoso,
y se proyecta líquido en la pupila del héroe
que mira la vieja foto en donde está tan claro el crimen
y tan borroso el asesino.


EL CARPINTERO LIQUIDO

Cuando entendió la geometría del paisaje
ya se habían borrado los paralelos y las sombras.


Mudo, no tuvo palabras para definir la soledad.

Perdido, en un mapa de viaje,
Ni un punto de vista, siquiera, ni un mojón.

Precariamente, hizo una casa de madera,
de la que yo salí una noche,
cuando entró el alcohol.

Extraviado, y ya sin tonos,
exaltó colores que dijo tener en la manga,
y los griegos entraron a la miseria del hogar,
en un caballo delgado,
sin equilibrio,
inverosímil.



EL BARRIO LIQUIDO DEL HEROE

Sepultado entre cientos de viviendas,
yace lo que fue de niño.

Oculto por signos de cemento que lo niegan,
es devuelto por la luz.

Se repite en las ventanas rotas,
donde en cada trozo crece, todavía el padre,
volviendo borracho y a las diez.

Bajo las viviendas, tiembla la cabeza del joven,
entre varias capas de alcohol,
mientras la noche es un revolver de vidrio
y la madre gime
en los rincones del diablo.


EL CUADRO DEL HEROE

Cómo las muñecas rusas, el cuadro muestra
heridas, por donde entran aldeas
que pintan el mundo, su mundo.

Entre superficie y fondo,
entre botella y botella,
uno tras otro el rostro, uno tras otro.

Y la mujer repetida en el papel
y el derrotero de la física,
y el camino de todos los perdidos,
y la imagen,
con senderos al crimen.

El cuadro en la pared,
con heroínas rusas,
que entran y salen de los inundados ojos del héroe,
que no alcanza a ver el oro en la foto
ni los cadáveres,
esperando,
ser enterrados,
dignamente.


HEROE TEMBLANDO EN EL BAR

El hombre que tiembla en el bar,
repasa sus días en el vidrio de la copa.
Busca en su pérfido cristal al niño,
que lavó el oro en las lágrimas de un tonto.

Hurga en el barrio viejo los restos del muerto,
que pesa cada día mas.

Sábanas, ortigas y alcohol.

Agujas de botellas,
el hombre que tiembla en el bar anuncia su caída en el reloj,
que nada sabe de héroes
ni el lenguaje de las copas es un bote a las dos.

Y no es dorado el paisaje ni bucólico el rostro del héroe,
que lleva la copa vacía hacia la verdad intensa,
que no dice nada pero justifica
la presencia del hombre arrumbado
en la butaca mas sola del mundo.

LA SANGRE DEL HEROE

Pieza móvil, en el suelo petrifica el aviso,
de que es el extremo del líquido.

Subvierte la baldosa blanca,
no sabe escapar de su color.

No extraña la vena abandonada,
sabe su destino,
supo ser vida,
ahora sabe perderse,
en los zapatos de todos los curiosos
que miran al asesinado receptáculo
de vidrio.
LA CONSTRUCCION DE LA PERLA

I

Con la misma persistencia que sus antepasados
una suma de gotas horadan al hombre en la mesa del bar.

Y entre todos, hacen el héroe, la perla,
la roja promesa nacional,
envuelto en la madera, el vaso, el caos, el mozo
y el cuadro de tres pesos.


II

Una marea de vasos y hasta el cuello,
en la ruta preferida, dos veces, el hombre,
mojado por su sed.


III

Una mesa soportando la historia del alcohol.
una perla naciendo de la destrucción.


IV

En la calle, barcos que partieron, niños pidiendo un baño a su madre,
portones donde se ha excedido el sol
y en la vejez del líquido toda su familia,
boca abajo en la humedad.


V

En el vaso,
las últimas naves a punto de ser incendiadas
por el tinto destino que ahora da a los felices.



MUERTE LIQUIDA

Saciada al fin la enorme sed
y envuelto en el objeto de su destrucción
parte hacia el suelo el héroe del líquido.

Procesión de ataúdes de botella,
cenizas de vidrio arrojadas al mar,
hijos quebrados en el techo:
fervoroso panorama de la destrucción.

El único crimen perfecto ha sido cometido,
y un hombre, parte,
espeso,
hacía el líquido final.

lunes, octubre 30, 2006

Poema de Aldo Luis Novelli

Escribo mucho

a mis amigos poetas

Escribo mucho/ pero poco bueno
poco que me emocione a mí
después de un tiempo secreto
que olvido quién lo escribió.

Escribo mucho/ mucha cosa que nadie lee
pero le leo a él aunque se enoje
porque tiene sueño y mañana debe levantarse temprano
porque el pan de cada día y los hijos y todo eso
y la escritura es nada o es algo como
un foco triste en medio de la oscuridad de la pieza
un cuaderno donde me siento un Rimbaud viejo
traficando con esclavas lujuriosas/
un Gianuzzi vapuleando a Heidegger dentro de un círculo
acompañado de un perro que lo mira con hambre/
un Pessoa que se desdobla y me saluda desde la ventana
de este bar donde me encuentro bebiendo por ella.

Escribo algunos textos más fuertes que esta ginebra
que emocionan a Cursaro detenido allá/ en estación/tierra/nada
o admiran las ardorosas poetas Gaby Bruch y Soledad Davis
textos donde Mansilla: poetas de ojos rojos/ me nombra
o el poeta oculto: Spíndola me renombra/ pateando latitas en polvorientas calles laterales/
o Paula Yende, Yenny Paredes y Lili Campazzo
afamadas poetas fundadoras del club de la canasta
se transforman en fieras indomables
por la magia de un sombrero que esconde historias indecibles/
y allá en la populosa Tucson/ el poeta del Harlem: Julio Carabelli
o en la patria de arena/ el Quijote del verso: Sergio De Mateo
dedican poemas dolientes a un tipo
que baila borracho entre sombras ilusivas/
mientras ‘on te road’ Rigazio y ‘minimalism’ Bohoslavsky escriben como si no hubiera mañana
y Dante y el Vasquito se emborrachan de poesía alcohólica/ porque no hay mañana.

Pero no me quemo tanto como me quema esta soledad
cuando el viento arrastra viejos fantasmas contra el vidrio
y mi memoria viaja hasta aquel campamento petrolero
y estoy solo jugando a la pelota en medio del desierto.

Escribo mucho y no sé si esta noche
que el cielo esta borroso y la luna desaparecida
como tantos hace tiempo/
y un ángel negro me mira desde el borde de la mesa
esta lluvia que empapa mi alma/ me traerá el sabor de su piel.

domingo, octubre 29, 2006

Poemas de Elder Silva

Nacido en Uruguay en 1955, fue uno de los poetas de "la resistencia" en las décadas del ´70 y ´80. Los poemas que abajo se presentan fueron seleccionados por Alfredo Giménez.

Poemas

La última atajada

Los tiempos se ponen duros
y uno no tiene donde caerse un miércoles de noche.
Te sentás frente al televisor
y entonces te dicen que ha muerto Lev Yashin.
La última atajada de la araña negra.
Con un cáncer comiéndole el estómago
y una pierna amputada hace dos años, se murió
el héroe deportivo de la Unión Soviética.
El hombre al que sólo le hicieron seis goles
en veintisiete partidos cuando el Dínamo de Moscú.
El electricista que se enroló en los tres palos de
un equipo de hockey.
Veo las atajadas siempre en blanco y negro.
paró cien penales dice el periodista.
Como si dijera:
"El muchacho se comió dos docenas de peras".
Era el mejor golero del mundo.
Pero Darnauchans lloraba arriba de un taxi.
Y el chofer no entendía las lágrimas de un cantor flaco
a las nueve de la mañana.
Y no supo que apenas escuchada la noticia me fui
a vomitar al baño, como si con el alcohol que se iba
por la pileta, pudieran irse los doce años,
cuando uno también cuidaba el área chica.
Y ella y yo teníamos tanto miedo
como Yashin ante el tiro penal.




Zoom

(para Malí)

Estás en la cocina abriendo una lata de arvejas:
de espaldas, los jeans ajustados son fácil tentación
para mis ojos de animal aturdido.
Entro y siento ganas de besarte en el cuello descubierto,
levantar tu blusa y tomarte por los pechos
casi dulcemente.
Pero el abrelatas avanzando por el círculo filoso
detiene mis impulsos venales. Es decir, tus dedos rojos
apretando el abrelatas en el borde del tarro,
cambian calles pasos veredas omnibuses
por ese pequeño y maquinal movimiento
que vos ejecutás con cierta devoción y encanto.
Al fin cierras el círculo
y como fulminada,
la tapa cae sobre los azulejos de la mesa.

Meto la mano en el tarro y te doy una arvejita
en la boca.
Y te toco los dientes con la lengua
en un poema con final feliz.




Muchacha en un ómnibus

Te acomodás el pelo y mirás,
mirás por la
ventanilla como distraída.
O como si buscaras un número entre los
números de las placas que pasan fugazmente.
Y te sonreís apenas con un hálito de agua,
cuando los semáforos cambian del rojo
al verde, y el ómnibus prosigue.

O cuando el amarillo parece perpetuarse,
pero no.
Y yo, como un delincuente, espío en tu nuca
moviéndose
y moviéndose en el otro asiento,
cuando inclinás la cabeza sobre la libreta de notas
(donde seguro no hay una sola línea escrita).

Y sé bien que todo lo hacés porque
sabés que estoy mirándote
y que estoy aguardando el mínimo descuido tuyo,
o el descuido de tu cuerpo o tus palabras.




VUELTA AL MUNDO

Canta un sabiá en Tala,
en la profundidad del espinillar
y le responde un azulito en Migues
en el huerto silencioso, en casa
del poeta Juan Carlos Macedo.
Una bandada de zorzales
voló por la mañana
y su canto nervioso se escuchó
por las orillas del Laureles
y por Parada Herrería,
sobre unos campos de trigo en Valentín.
En "El viento nos llevará"
(Bad ma ra khahad bardr" en iraní)
Abbas Kiarostami
registra el canto de una ratonera,
ese pajarito saltarín que anida en los chilcales.
Al lado de Malí, viendo la película,
comprendí que aquella ratonera
registrada por la cámara de Siah Darek,
a 700 quilómetros de Teherán,
es la misma que atería los mediodías de
mi infancia.
Es que el canto de los pájaros
da la vuelta al mundo, al sol, al sistema planetario,
como algunas veces
—pocas, muy pocas—
también le sucede a la poesía





En la alta luna


Una luna alta hacia el lado de Patitas
se reparte las nubes
y acaso el sur de la Vía Láctea,
como señales para el prójimo.

Las chapas del excusado
golpeándose en el viento
toda la noche.

Recostado en la cama
pienso que el verano es un invento
de los pájaros.

Tengo doce años
y he besado por primera vez a mi novia.




Gato al sol

No es asunto interesante para/
un pasajero
de Varig que vuela a 7.000 pies sobre el
litoral del país
y apenas percibe el verde dominante
-intenso en los campos de arroz-,
las venas de los arroyos
y los tajos de las rutas nacionales.
Tampoco llama la atención de los que
se vuelven para Salto en el/
ómnibus de
Spinatelli.
Ni acaso al almacenero enredado
en los hilos de las ventas de fiado.

Sin embargo,
sentado en la puerta de esta fonda,
no hago otra cosa que distraerme
con el gato que duerme patas arriba,
abandonado a moscas y jejenes.
Aturdido acaso
entre ruidos del planeta azul de Gagarin,
dueño absoluto de las sombras del sol.




En simultáneo


Muere una tarde suave
tras la parroquia de Pueblo Lavalleja.

Los tarumanes envejecen al lado del
centro de salud
sitiado por perros vagabundos.

Entre las sombras que escarban
estos pedregales,
la calle se extiende
y mira hacia donde nadie regresa
todavía.

Cosas sin importancia
que suceden a la vez
-en simultáneo-
en una vida que,
sola,
se disuelve como un alkazelzer.

sábado, octubre 28, 2006

Poema de Marcos Maiz

.... a los que hablan de lo que no se dice

al que se quema las pestañas
para servir para algo

al que busca trabajo
y no lo cambia por favores

al apaleado
que señala al perpetrador

que interroga
niña de himen rasgado

que mantiene esclavos
a los que enseñan libertad

que prohibe y clausura
cuando le combiene

la patria de las condenas,
tiene horizontes trazados con smog
la tierra abonada con mierda sintetica
curas depravados
que protestan el aborto

abogados que duermen expedientes
para sumar intereses a los clientes

la patria de las condenas;
tiene prisiones
donde los hijoputa hacen escuela

la patria de las condenas;
vigila los inocentes

sera que los mortales
aún no escuchan;
el grito de libertad

sera que aún no se escucha
el ruido de rotas cadenas.

domingo, octubre 15, 2006

Definiciones



Grafiti escrito en una esquina de trelew, en noviembre de 2003,"por yenny paredes y chelo candia (el de la mariposa)" , en ocasion del quinto encuentro de culturas del sur del mundo. Doce metros de largo por dos metros de alto.

viernes, octubre 13, 2006

Experiencias

Aunque este es un blog –esencialmente- de poesía, hoy se nos ocurre incluir algo de prosa. Pero no se trata de un cuento, ni un relato. Es ¿apenas? una crónica de una experiencia. Lo que en este caso equivale a decir un canto a la vida, que no es poca cosa.
Decir que el Chelo fue papá (o que Sil fue mamá, que es lo mismo) es como decir que gran parte de los que visitamos o colaboramos con este blog tenemos un nuevo sobrino. Porque ambos son esa clase de gente casi inexistente; una suerte de garrapatas al revés, que una vez que se te pegan difícilmente te las quieras sacar de encima, porque no dejan de inyectarte sangre nueva.
Pero como este es un blog machista, hoy incluímos el lado paterno del parto, quedando a la espera de poder compartir la visión materna.
Gracias Chelo y Sil por seguir dando aportes concretos a la poesía patagónica. Es cierto que puede tomarse como una felicitación aventurada dada la tempranez de los vástagos; pero “difícilmente de una sangre pareja salga la cría cambiada” como diría Larralde.

Felicitaciones, Alfredo y Dante
---

El lado paterno de un parto

La “futura” mamá del Mati me agarra fuerte las manos y me dice: ahí viene otra. Bueno, para eso estamos acá, le digo. Cierra los ojos y algo que siente allá abajo le transforma la cara ¿Qué querés hacer? pregunta la doctora ¿Querés pujar? No sé, grita ella. La veo retener la respiración hasta ponerse colorada. Parece como si se fuera a ahogar. No me aguanto y le hablo: Respirá le digo. El aire sale de su boca de a pedacitos. El dolor pasa. Fue brava ésa, le digo. Si, contesta, y tira una risita. Hace media hora más o menos que siente contracciones seguidas. Las siente venir. ¿Cómo será? ¿De dónde “vienen”? Le agarro fuerte las manos y trato de imaginarme qué es lo que siente. Trato de sentirlas a través de sus manos. Y para mi sorpresa, lo hago: siento la tensión. Es como si yo también las recibiera; obvio que no de la misma forma (menos mal), pero también las recibo. Ahí viene otra. Que venga nomás, le digo, y nos preparamos. La cara se le transforma de nuevo. Se pone roja. Y grita. Ya pasa, ya pasa, digo yo. ¿Qué hago? ¿Empujo? le pregunta a la doctora. Aguantá un poco… ¡No puedo, no puedo…! dice de pronto, asustada. Entonces la doctora llama a la enfermera. ¡La camilla! Creo que antes también la había llamado. ¿Por qué no viene? Parece que hay otros bebés naciendo a esta misma hora y no hay lugar. Entiendo el susto de la mamá del Mati: ella está sintiendo que ya sale… ¡y aún estamos en la habitación! En la cama vecina hay una mamá. También está su beba en una cunita de plástico. Acá está la mamá del Mati, al lado la doctora. Todas mujeres; menos yo y el Mati. Que ya nace. Nadie me lo dice, pero me doy cuenta. Va a nacer acá. En la cama de la habitación. Me aprieta fuerte las dos manos. ¿Qué hago, qué hago?, pregunta otra vez a la doctora. Aguantá, le dice la doctora, aguantá mamita un poquito que viene la camilla. No puedo ¡Tengo ganas de pujar! Está bien, dale: nace acá. Si te da cosa, date vuelta mi amor, le dice la doctora a la mamá de al lado. Ninguna camilla, ninguna sala de parto, nace acá. Vamos, vamos. Le agarro fuerte las manos. Vamos. Dale. Tranquila que lo estás haciendo bien, dice la doctora. Yo la miro y por esas cosas extrañas que tiene la cabeza me cuelgo con la blusa que tiene puesta la doctora. Está llena de flores estampadas. Rojas, rosadas, amarillas. Pienso que es una buena blusa para recibir a un bebé. Mucho más linda que las aburridas y pálidas chaquetas de la sala de parto. ¡Vamos, vamos que ya nace!. Al pensar en la sala de parto me pregunto si acá las condiciones serán las adecuadas. Por la higiene, digo. En la sala de parto te ponen barbijos, chaquetas, hay un pediatra, enfermeros. Acá nada. También pienso que a esta altura, con el Mati asomando la cabeza, eso importa menos que la blusa primaveral de la doctora. Vamos, mamita, vamos. Alcanzo a escuchar a la mamá de la cama de al lado, que se copó y también alienta. Ella me había contado que con nueve de dilatación no se había animado a pujar, y que finalmente su beba había nacido por cesárea. Vamos, ahí nace, ahí nace. La mamá del Mati pega un grito que más que grito es una exhalación, el Mati sale (nace-es dado a luz-asoma-es tenido) y yo siento a través de las manos como todo el cuerpo se le afloja. Su boca, abierta por ese último grito, se transforma en una sonrisa única, y su cara también se transforma, y sus ojos brillan, y su expresión es tan fantástica, tan brillante, tan… maternal, que pagaría por verme la mía. ¿Tendré una expresión “paternal”?. ¿…O de horror…?. ¿O las dos cosas? Nunca lo sabré. La enfermera, que dejó la inútil camilla en el pasillo y ya entró, le pone una manta rapidito y salpicado, pegote y chorreando, se lo da a la madre que rápidamente lo agarra y lo abraza canchera, como si hiciera esto todos los días. Y ahí veo el cordón umbilical. Qué cosa rara. Parece de plástico. Me pregunta si quiero cortarlo yo. ¿Qué? No, ni loco, le digo. Córtelo usted. Usted es la doctora. Yo no. Yo miro.
En ese momento me doy cuenta de que la cámara con la que yo quería filmar el parto aguardaba apagada dentro de su funda.
Después, cuando termino de temblar, salgo a la calle y veo a la gente que va y que viene, veo a padres y madres y niños caminando por la calle, y por alguna razón me siento distinto a todos ellos. Vengo de vivir una experiencia tan increíble, tan única, tan mágica, que me cuesta creer que pase a diario.

El papá del Mati

¿Qué se festeja el 12 de octubre? -historieta de Chelo Candia-

sábado, octubre 07, 2006

Nuevos decires de Miroslav Gódrik

I-

“Déjame equivocarme ahora y disfrútalo, yo me reiré cuando no haya tiempo para equivocarse”

II-
“Cómo se puede leer, si no desordenadamente”

III-

“Los grandes aciertos de Darío: hacernos recordar que Baudelaire a veces aburre, y adelantarse a la abominación que luego produjo Lugones”

domingo, octubre 01, 2006

28/12/86

el destino le dijo
-válgale la inocencia maría
(algo de mi murió en ella
con la primer borrachera)

nunca superó verme
roto contra la pared
no pude mirarla a los ojos
aquella vez desde
(¿cómo seguía?)

“éstas cosas aparecen para crear un vacío
no para llenarlo”
soporta leer mis poemas
por insistencia
-la lastiman
Y vuelve a preparar el mate
para relajarse
¿qué puedo hacer si perdí la sintaxis con la vida?
vida sintaxis perdí
amigos
libros perdí
tiempo tardes
tus manos perdí
un día detrás del río negro
el ritmo estoy perdiendo
me da vuelta la cara
cambia la yerba
y pregunta adónde vas a parar
sin pelo ni amigos
intentándole a la gaita para sentirla cerca
no no el whisky no sirve y es caro
te deja como un vegetal leyendo poemitas obsoletos
para nadie
te hace mear en cualquier lado
escribir
a
múltiples destinatarios

musiquitas irrelevantes mujeres
que ya no piden tus palabras
te puede el corte de verso
todo
te
puede.

dante sepúlveda

Celebriedades -show de octubre-

sábado, septiembre 30, 2006

Poema de Marcos Maiz (poeta comodorense)

Escribo apresurado, en los asientos de los colectivos,
y en los apuros de confundir y perder paradas
dejo muy al descuido versos incompletos
desperdigados en el suelo del vehiculo

escribo de parado,
y dejo el suelo chorreado de frases picantes
mientras mastico los parrafos
apresurado en llegar a ningunas partes

mientras juego a leer la borra
y seducir con mentiras
a cualquier rubia que me demora
en los quehacer de cada día

escribo urgente las paredes
viejas consignas de viejas miserias,
en el acta de la comisaria;
mi despecho de profugo

te escribo en una pantalla
que golpea con sus luminicas
esencias de maquina eletrica
las verdades que te acercan

te escribo a las dos de la madrugada
con tinta de sal, mientras sueñas
que mañana es domingo
que te quedaras en casa
produciendo orgasmos



te amo en la escritura
para ser tu enemigo
en el transito de los hechos


te escribo para mentirme
para decir que te engaño
que no importas
y no reinas en esta cama

te escribo para reprocharte
la maldad de partirme con suspiros
la dignidad de atorrante
y callar tus celos de hembra

te escribo para joderte el día
para recordarte mi existencia
para no darte momentos de paz


te escribo porque me manejas
con tus malditos silencios


te escribo para dejarte loca
mas todavia, y mas si se puede
confundida mareada maltratada
toda escrita de consignas
que te reinvindican y reclaman

te escribo
porque sos
una tragedia
la novela
que se escribe
todos los días

sábado, septiembre 23, 2006

Vendas & gasas

tomás watkins



I

2004,
ahí me di cuenta:
los viajes, el frío,
el vino. Los golpes
a uno mismo
dado
vuelta. Las manos rotas,
temblando, el pie sangra
y la jefa de guardia me insulta,
–borracho,
con los casos serios
que hay.


II

Comienza de pibe
con perros que te muerden,
con laderas de bardas rojas
donde nos tirábamos
sentados en cartones,
la risa desbocada y la mente
haciéndose agua.
Más tarde empecé a robar
nostalgia a las tardes, al cine,
a los libros que leía por única vez
y perdía.


III

Pocos años de vida y se veía venir,
tanta sed de cosas rápidas,
el alcohol esperando
ahí afuera.
Y la plata para las vendas,
y la plata para el cartel
que rompí a trompadas
una noche de whisky.
Entonces el juzgado,
de testigo, de acusado,
víctima siempre
y la doctora que no logra
mi redención.
Ella y sus piernas,
sus pechos enormes,
masticando chicle
jurídicamente.
Me aconsejaron
que no la dejara
hasta que todo se calmara;
no pude hacerlo.

Todavía
no termina.


IV

Debe haber empezado
aquella tarde
cuando no llamé a mi viejo
para el cumpleaños.
Que no me preocupara,
que estaba bien, de viaje,
tranquilo.
Dos días más tarde
lloré.
Por la inclemencia,
el tiempo perdido.
Mi viejo trajo ese libro
gordo con un cuento
para cada día del año,
nos lo leía al Pablito
y a mí [Belcebú
lo tenga en la gloria,
se fue
a una ciudad colorada
a vender algo
y lo vendió todo];
jugábamos al fútbol y leíamos,
qué magia de pibes.
Salvo el Luigi:
años después
apareció de policía
al que le pesa
la camiseta,
nos dijo –qué bueno verlos
y nos pidió
que dejáramos de fumar,
que había chicos.



V

Ahora que lo pienso
estaba Natalia,
aquella chica a quien culpé
de mis primeros cigarrillos.
Cuando mis viejos me preguntaron
dije que estaba dolido,
que ya era tarde.
Tomábamos té
con facturas o masas,
15 verdes años:
ella
eligió.


VI

O empezó cuando Aylén dijo
que los poetas somos
un poco más lentos,
aquella tarde lluviosa
que perdí mis palabras
tratando de armarle
el corpiño.
Ahora cambió el discurso
y cría a su hija
lejos del pibe que la golpeaba,
que también mordió a Delfina
en la frente y una vez
me gritó –¡no te metas
en mi vida!
Debí romperle la cara,
estábamos justo
enfrente de la farmacia
donde me conocen.
Son cosas que pesan
por no ser santos, por guardar
la intención y el deseo
para un momento ideal.
[En el libro
de ese pibe decía
“matar: quitar la posibilidad
de las miserias y conquistas,
de lidiar con la resaca,
la oportunidad.”
Una mierda, la crónica.]
Cuando pasa tiempo
y no veo a este sujeto
fascinante y violento
me siento intranquilo;
pienso en la nueva
víctima, en su casa,
los seres queridos.


VII

Los viajes trajeron
de nuevo el aire fresco
que reinaba en la plaza,
cuando creía que el mundo
consistía en hacer goles.
Viajar es bueno, una vez
miré a una mujer a los ojos
y me vi mirando a otra mujer
a los ojos, en otro lugar,
no hace tanto.
Alguna de ellas me dijo
–tenés talento
para los finales. El viaje
hace bien, y olvidar.
Después la vuelta, tener que volver
con frío, calor, película
o baño abajo y accesorios, dice Raúl
en ese texto áspero y dulce,
naranja con vodka.
Chatarra, chatarra en los pueblos
del regreso,
chatarra somos
aguantando el peso
de la cara oxidada.


VIII

No empezó ahí, es cierto,
pero la Biblioteca fue mi faro,
un pararrayos, el manantial.
Las socias se acercaban salvajes
en la escasez de la tarde
y reían.
¿Qué fue de la gordita
con trenzas que batió
el récord de permanencia
en sala? ¿y de las otras dos,
en eterna maniobra?
¿De qué se reían?
Ahora las cosas cambiaron
pero ellas están frescas,
en estación,
como en un poema
de otro.


IX

Escribo mientras la gente
se va quedando dormida;
los colectivos tienen luces
dentro y fuera.
Escribo porque ahora no tengo
las manos vendadas,
estoy en paz.
No puedo recordar
tantos viajes, tal vez lleve
fragmentos, esquirlas,
dos líneas, el vino
inconstante, las señoras
inmortales
leyendo poemitas
para sus nietos, egoístas.

Y el calor, la humedad,
lluvias torrenciales y uno siempre
distinto en los recuerdos,
en las cosas que dejamos
o no tenemos
y el clima despacio
se mete en las letras.


X

“Siempre la misma cantinera,
siempre la misma canción”
en el anfiteatro donde aterricé
de cabeza y le dije a una mujer
que no estaba en oferta; di un paso
en falso desafiando la noche:
el pasto y los vidrios
en mis dedos.
Vendas & gasas,
barata la caída,
un clavado sin agua
para satisfacer al mareo.
–Cuidate, la garganta es débil
me dijo mi viejo.
Pelado, me hubieras visto,
tan prolijo venía
con los codos morados
de sangre, de vino,
de noche en el piso
y la agüita, el rocío
en la espalda del Seba
con raíz en el pasto.


XI

Vuelvo en forma de prosa, –¡Ja!
dijo ella, –¡vos no podés
volver en forma de prosa!
Pero vine,
vine en forma de prosa
y escribo la sangre de mis amigos
que no puedo traerme; escribo
la muerte de las mujeres
de mis amigos que no puedo
traerme; escribo el recuerdo
de las mujeres muertas
cuyas manos siguen cubriendo
a mis amigos que no puedo traerme;
en Chile o en Bahía Blanca, de poesía
o de cáncer, la muerte nos muerde
los labios cada vez que amamos
el vino, el vodka, la birra de Ale
y el idiota que dijo –¡porro! bien fuerte
para que no fumemos más,
y callemos.


XII

Debió comenzar
de un momento a otro,
tortura o suerte; pero debe
terminar. Se cansan las ventanas,
los cordones, las salas de espera
de habitaciones blancas.
Hoy no soy más grande, no he cambiado,
me voy a cortar
el pelo y aprendí cuánto tarda
en curar cada herida:
la de los pies
molesta tanto
que no podés
escapar;
la de las manos
siente vergüenza.
Hay otra,
más profunda y secreta;
tanto
que ya no duele.

lunes, septiembre 18, 2006

Poemas de Juan Pablo Añino

Hacer cualquier tipo de presentación de la poética de Juan Pablo Añino, no sólo es faltarle el respeto a él, sino a toda una tradición de poetas que siguieron un tortuoso camino, basta nombrar a Artaud, Fijman, Trakl. ¿Cómo articular con palabras lo que se escribe con la mente, el cuerpo, el terrible laberinto hacia uno mismo?
Sí alguien puede, inténtelo; yo, no me atrevería.


Poemas

En mi están
e1 diamante sagrado,
el zafiro secreto,
la esmeralda prohibida.

Soy el mago del encanto
que brilla
en el fuego de la hoguera.
Soy un imán de fuego
y magnetizo
en la sombra
de una noche
algebraicamente
soñada.

Quisiera decirte al oído. Ven, acércate.
-----------------------------------------

Otro cristal biselado, cautivo del sol,
emite su fulgor en mi mirada clara.
Las joyas brillan en sus pedestales.
El museo es un lugar umbrío
atravesado por rayos de luz
centelleantes en las vitrinas cerradas con doble llave.
No hay quien mire mi transformación en mi dios de los diamantes,
en el señor de los zafiros y de las esmeraldas.
Solo yo, solo, me visto de luces en la penumbra.
Ese brillo que logro lo disfruto lentamente.
Me vuelvo una galaxia y recorro el museo
inundándolo con mi luminosidad.
Voy de vitrina en vitrina, transformándome
en alguien cada vez más precioso.
El guardián nota algo extraño,
y se acerca por el pasillo;
cuando llega a mi, soy un observador opaco,
frente a piedras aparentemente distantes
e inútilmente valiosas.
Eso si, se asusta un poco al verme los ojos rojos
brillantes como rubíes.



Asesiné cuatro diablos mudos
muecas del infierno:
dolor - miedo - incertidumbre-tristeza
Asesine su silencio quemante
con un agua bendita
con olor a podrido.

Dejaron de doler.
Dejaron de temer.
Dejaron de dudar.
Dejaron de entristecer.

Se ahogaron en la bendición
de su pútrida humedad
traicionados por un asesino
que decía ser Dios.
Un dios con olor a podrido.

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Algunos sentimientos
desbarrancan pronto
en el hueco de la mente
con el corazón sangrante.

Es un set de pensamientos-trampas.
Algo dice en mi no entres. Una boca traga.

“La vida es un solo tiempo
en un segundo eterno.”


Te hablas ido. Al lugar más lejano de la tierra. Hay
un lugar mas lejano que todos los otros... A veces pasa alguien como una ráfaga de espaldas.

RASTROS DE UNA CRONOLOGIA DÍSPERSA



Juan Pablo Añino debe tener hoy unos 40 años y andar vagando por establecimientos mentales del país.
Lo conocí hace algún tiempo en uno de los encuentros en Villalonga, una mañana de febrero, traía botas de cocodrilo, una sonrisa inmortal de verano y un equipaje abultado adornado con etiquetas de exóticos parajes, como escapado de una novela de Osvaldo Soriano.
No dejo rastros la tarde que desapareció.
Sólo una carta autoenviada en la cual se preguntaba si habría un momento en el que podría estar en un lugar mejor.
La memoria o la casualidad hicieron que encontrara su libro, que quise compartir con ustedes.

viernes, septiembre 15, 2006

Poemas de Rodolfo Lagori

Rodolfo, 32 años, Lagori, tucumano, ingeniero, poeta, ganador de un par de menciones, en Junin de los Andés, Gaiman, Famaillá, integrante del taller de Pablo Montanaro, lector, Girondo, Pizarnik, M.Yourcernar, Boris Vian, Cortazar. C'est tout.

Y ya que estamos te paso uno cortito y al pie:


tuvo un instante de duda
como el que se tiene
tire o empuje
o si la mano derecha es la izquierda
--------------------------------------------------

entre sus manos
llevaba el polvo del camino

a cada paso
se le escurrían piedritas

de vos, de mí
de todas las miradas en el espejo

tardes en que la caida
se asemeja a una gota
temblando por sobrevivir


---------


A los chicos hay que engañarlos con espejitos de colores. No es una tarea sencilla. Dominar al garketing exige la sabiduría de un pequeño saltamontes.
Los niños se dejan seducir por avisos en la tele. Que le compren la barbie, que el robot estudioso lo ayudará en la escuela, son impulsos emocionales que suelen durar un verano. Si, pero un verano tiene 5 años para ellos. Y así, no hay economía que aguante.
Ahora el demonio planifica bajar la edad mínima para el uso de la tarjeta de crédito: 8 años. Edad que aprendern a firmar en el DNI.
Padres globalizados, unios.
Apaguemos televisores, desenchufemos la internet. Dejemos tirados en el piso, yoyos y llantas de bicicleta.



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¿Es necesario numerar las páginas?
Si, claro que sí.
hasta las del índice

incluso un índice del indice estaría bien

es fundamental para la racionalidad

a las páginas hay que ponerlas en fila y
que se numeren
empezando por el uno y terminando en la última hoja

si está en blanco no importa
todas las hojas cuentan en la viña del señor

jueves, septiembre 14, 2006

Segundo Libro de Laureano Huayquilaf



Presentación

Por Alfredo Giménez

Voltaire decia que la civilización no suprimió la barbarie, más bien la perfeccionó haciéndola aún más ruda, más bárbara. Caminar las calles de cualquier ciudad es descubrir paso a paso esa barbarie traducida en exclusión social y marginación. Gran caminador de todas las ciudades, Laureano Huayquilaf (el Chino para los amigos) eligió en esta oportunidad su Trelew natal para desnudar esa barbarie en una serie de poemas ya descarnados, ya intimistas, pero siempre ser urbano.
Ciudad Cigarro, su segundo libro es eso, pero también es mucho más. Como buen cigarro, este libro se disfruta lentamente y las volutas de su humo se van metiendo de a poco en el lector.
Heredero de una tradición poética y basándose en ella, este segundo libro del “Chino” invita a adentrarse en calles y callejones donde “los pasos de la noche/ resisten madrugadas/ y el todo de tu cuerpo/ protesta y encandila”. Caminos impensados donde “Fuimos amontonando espigas/ a contramano”.
Párrafo aparte para el libro, donde sobresale el original tamaño, la cuidada edición de Leonardo Rago y la fotografía de tapa de Laura Pérez.

trelew

Vueltas muchas tiene
y la piel naranja
trelew mío.
La vertiente del asfalto
tira un lagrimón de codicia
sus brazos
envuelven despacio
todo el frito sabor.
Los pasos de la noche
resisten madrugones
y el todo de tu cuerpo
protesta y encandila.
La vuelta de sus calles
arrastra como vos.
Callecita de mis rezos
tierra en pichana traías.
Aguatero de tus brotes
festichola humedecida.
Ay ciudad te conviertes
cáscara oscura
cabarute.
Rojizos manantiales tengo
cuando tus amarras
suelto.
8
taller de bicicletas
Rueda la rueda rueda
chueca espera y gorda
la espera monedas.
Plato de guisote
acomoda la cadena.
Bolsillos en las manos
torcida corona
una huevada.
Girona rueda rueda
manubrio asiento
guardabarros.
Pernos apretados.
A rodar muchacha
una cartera.
Se despeina
frizona mañana.
Llegan bicicletas llegan.
El hombre cada día
se para en los pedales.
Escucha la campana
ultimo embalaje.
9
morochona
osamenta
La morocha
entonaba sus derrapes
y el corcho de una sidra
pachangueaba.
Un chorro de vino
enloqueció la mira.
Y el miraje de aquellos hombres
fortaleció la osamenta
de cicatriz morochona.
Ella
pecho a pecho
definió a penales
con el trece malandra.
Y en el infortunio
eyaculaban ojazos
curvas
madrugadas.
Y forcejeando
como fuego en el carbón
estallaste
pulpa y pulpa.
10
ruta oxidada
Parecen puñaladas
abandonados galpones.
Ruta espera
tránsito pesado.
Humos extraños
ropa de grafa
cascote mal tallado
meseta.
Figuraciones nomás.
Por esta parte del cigarro
la cosa es como el tabaco.
Los viejos carteles
indican lo que hicieron.
Ocio austral.
11
escalera tiembla
Brama en la bruma broma
carcajada sencilla
descalza borrachera
por la tarde.
Así vengo.
Golpeada puerta y entro
escalera se nubla
y otra puerta.
Aguada musculatura tiembla
soles en mamadera.
No me basta una canción
para expresarte.
Como papel de bolsillo
conversación arrugada.
Borrachera de peces
naufragio.
Cueste lo que cueste
hambruna de tus raíces.
12
el pan de cada día
Enjuagado rostro
en la surtida mañana.
Sus ramas
sacuden la masa.
Y en la empolvada mesa
de blanco todo blanco
se lanza especializado
(a los moldes).
El fuego
astilla grasas
harina trasnochada
moribunda luna
en el mostrador.
Piden panes
pibes de ayer.
Resiste la cuadra
escobazos pisotones.
Abre sus puertas
clásica panadería.
13
llave de paso
Vive paseando la noche
parte de mi realidad.
Pasa en revistas y diarios
pasa en voces
tejido manual.
Pasa latido rocoso
pendeja manda
humareda sin sal.
Salpica tu grito
palabras y canto
fresca muchachada
que viene y se va.
Caen los bolsillos
de una sola cara
y en la madrugada
alguien comprará.
Cuerdas musicales
esquina de centro
mi vecino rengo
dele transpirar.
Garganta pelada
vestido harapiento.
Su perro
su boina
manojo de cientos.
La voz que circula
faldero lamento
14
ojala amanezca
no haya más verso.
A cuesta las cruces
la noche y el rengo.
A diario los diarios
gobiernan los sueños.
Y el plato de voces
un breve alimento.
15
a Fernanda
Cincelado cachete rojo
portadora de gritos
alegre retoza.
Brota un rulo apasionado
lana y crochet.
Bufanda de mis brazos
calorías de piel.
Mocosa de peluche
tinta cicatriz.
Llanto niño
vertido sobre el pasto.
Ronroneo aplasta
palabras nuestras.
Fresca mañosa
y todas las ventanas
del amanecer
entre tus carnes.
16
vuelta de hoja
Entusiasma su portada
tanto papel amontonado.
Junta noticias la vereda
se informa pasajero
de dos patas.
Buenos días como va.
Muestra sus carnes
la chica de tapa
pronta devolución de amaneceres.
Como buscando festividad
transita gente acurrucada.
En las buenas y en las malas
revistero de lata.
Hospital de ojos
almacén de charlas.
17
jugos de ciudad
Cenizas
y sobre la mesa
un fresco trago.
Persona movía sus caderas
griegos consejos
tocaban de oído
y palpaban música vieja.
Baila ciudad
tus remolinos.
Esquina tuerce
bailanteras cenizas.
Beben los jugos de ciudad ciudad
arden filtros callejones.
Cenicero en ojeras.
Espalda luce ropero
tajo que llega rabioso
madrugón.
La botella me transpira
un pedazo de mujer.
18
alimento gris
Machucaba metales
bajo cosquilla de tripas.
Compro chatarra compro.
Bronce cobre
baterías viejas
compro.
Hierve olla
en el brasero
compro chatarra compro.
Llanto de niño
goteaba pañales.
Aluminio
viejas cosas
compro chatarra compro.
Rebusque de mis vapores.
19
trifulca
Vuelan piedras
vidrios rotos
patrullas rodean el lugar
y las cámaras de televisión.
Adentro
destrozos causan
jóvenes endrogados.
Toman de rehén
al kioskero
el que les vendía
cigarros y caramelos.
Un disparo
suelta toda locura.
De un lado y del otro
balacera
heridos
ambulancia.
Vecinos embravecen
participan.
Llegan más refuerzos
vuelan más piedras.
A toda hora
y en todo lugar
total despelote.
20
delicadas atenciones
Conocedora de rostros
gesticula movimientos.
Mirada de mar rabioso
de mar
más mucho mar.
Ofrece sus negros ojos
blanco resplandor.
Ocasiones.
Me loco vuelve
sus recios enojos
y miran sus guindas
el proceder de una gente.
Salsa picante
sabrosa
rubia de mostrador.
21
el Ruperto
Alpargatas y bombacha
venía talón y talón.
Extrañado.
Un manojo de pilchas
y todas las ganas de conocerte.
Cachirulos en apuro
rareza en el aire.
No es lo mismo (se decía).
Cuantas guainas sueltas
ta güeno el pueblo.
Pañuelo al cuello
y camisa
como imponiendo presencia
en toda la rareza.
Paisano lo llaman.
Y el paisano
enfrenta su destino
como degüello al cuchillo
en la soledad del encuentro.
22
quemazón
Espacio hace el bandoneón
entre locura y el amor.
Pastito fresco
una canción.
Milonga y revolcón.
Resbala valle tu aliento
juglería me alimento.
Sorbo tiembla
escombro.
Escuela cerca.
Perfiles trepan maleza
pasamanos la cerveza.
Río ardiente y triste
un galope de vereda.
23
negra ilusión
De negro la negra
en la negrura de la noche.
Transita mojada
y en sus tacos resiste.
Envuelta en harinas
ahora en palabras (protesta).
Ordena sus calzones
putas
putas ciudades
como me gustan putitas.
De negro la negra
wiscacho revuelve
preñada valiente.
Pedazo de teta
ensombrece los montes.
Montaña de cosas así
en la negrura de la noche.
Un boquete de mi pueblo
y un mordisco en el cogote.
24
seres en bolsa
Colchones mojados
excusan ruinas.
Pocos dientes
casi nada.
Llegando bolsones van
vienen abriendo forradas.
Estrechan besos
entregan risotadas
esperan
saborean y observan
hombres desabitados.
La miel justifica
apretadas de gañote.
La bolsa
nos hizo
un quiebre de cintura.
25
vieja vidriera
Revuelcan bolsillos
dedos ahumados.
Estanterías de ropa (fascina).
La tienda propone
el hombre tranquilo
poco se conforma.
Naftalina del barrio vidriera.
Años consumo
como paquete de cigarro.
Ilusiona billete
almidona infancia.
Todo es
camino a luján (la tienda).
26
ciudad cigarro
Bajo cielo
con faroles muy modernos
colmillos cacarean
sobre el lomo de un ladrido.
Congestionadas calles
asoman.
Propagandas contra la pared.
Huesos al ritmo
samba carnaval.
Temprano enloquece
tironean mostradores.
Ciudad cigarro
abre sus piernas.
27
sobre de líneas
Timbretazo
bolsón de sobres
lomo inflado.
Ruedas cumplen
ronda de remitentes y destinatarios.
Código postal
abarca sueños.
Esperanzadas noticias
avanza el cartero
y sostiene.
Cuando abrimos papeles
respiramos profundo
la cara se dibuja
una línea de palabras.
28
lombriz solitaria
Van y vienen los carros
motorizados en motriz
de hombres manchados.
Cada corte
revive sentires.
Da vuelta la tierra
toma aire (dice le hace bien).
Adorna césped canteros.
Injertos.
El que tiene mano
asegura frutos en la planta
y el que no
paga y se pone.
Crece bolsillo
en algunos jardines
y en otros
naturaleza muerta.
29
polvo suspendido
Se vuelve todo viruta
maderal de tronco y tabla.
Aumenta jugueteo
cuando cola pasa.
Enrarece imaginación.
Serrucho a la fuerza
rasca nudos
sus aserrines
se amontonan.
Polvoriento mediodía
lija y escofina.
Tiñen de cedro mis dedos.
Bosque de lenga y machimbre
en la garganta de los remos.
30
presocrático
Paso pronto
frío polar
así anda la cosa.
Documento adonde va?
de donde lo sexual produce
corchos y otras cosas.
Adonde va?
donde un carozo
muestre sus brotes.
Espero cama caliente.
Nombre?
cuerpo libre.
Apellido?
no me acuerdo.
Naufraga noche.
Profesión a clonador.
Y a qué se dedica?
tráfico de embriones.
Parecía semilla reventada
cara de esponja.
Tendrá que acompañarme
adónde?
vamovamo.
Marcas o tatuajes?
la vida llevo tatuada
31
la vida
la llevo bien.
Sobrenombre cómo le dicen?
ya le dije no me acuerdo.
Así que sos...
Sacate los cordones
vacia los bolsillos
queda detenido
por infracción a la naturaleza.
Páginas escritas
de preguntas desencontradas.
32
Caballito de batalla
Chico de la bolsa
como estación de servicio
inhala todo.
Peinan matorrales fachada
cumbia y rocanrol.
Olor a perro mojado.
Y tu alma.
33
espejo sucio
Hediento
raído
brilla presencia en los paredones.
Cada bolsa
cada lata
cuenta piojos
vibran ratas.
El ciruja de la city
cobija ramas cartón.
Baldío de piel oscura
nosotros y él.
Fuelle obliga
como ayuno varios días.
Arboles de plaza
esconde la crotez
de los espejos.
34
diferencias del caso
Como tropilla
corre sangre machucada
y golpe a golpe
salieron.
Los parroquianos
en muchedumbre
se agolparon.
Afuera y en fila.
Las siluetas
fueron enroscando
rabia del momento.
El barbudo
atropelló primero
dio contra la humanidad
su puño.
El parietal izquierdo
aguantó
cimbronazo tal.
Se agachó la noche
como temerosa.
Se inflaron los gritos
sangre.
El segundo golpe
dibujó planetas en el aire.
Focos de luz
abrían una luz
35
en la revuelta brava
y animalesca.
Más gritos.
La ventolera
del segundo golpe
fue como lluvia de verano.
Despabiló al petiso
y le sembró
minerales en las manos.
Encaró como todo en su vida
a ganar
aunque pierda.
Su golpe
salió disparado ciego.
Todos vieron
cando cayó
el grandulote armazón
de carne y hueso.
Sus palabras fanfarronas
sepultadas en esa caída.
Todos volvieron a la barra
de chupindanga.
Era un despelote más
en el trajín de las copas.
Un montón de rojo
inauguraba la cicatriz.
36
corte de soga
Con aire milonga
decime cuántas veces
volcaste la mirada
tanto popurrí.
Tu larga medialuna
sin dolor
embarga bienes.
Hoy vuelve la memoria.
Fragancia de tomillo
problema de nariz.
Aquella pipa de agua
nuestras burbujas respira.
Y aguantamos apretados
como ropa en el tendal
hasta los primeros conciertos.
37
a quién le pique
se rasque
Llegan como llegan
y llegan como se van.
Chapotean sus lenguas
babosean.
Habitan
conveniencias de mercado.
Piel de gusano
panza pelada
de tanto andar
arrastrados.
Señores
existen los chupamedias
como algas de mar
habrá que recogerlos.
38
buscando tonos
Escalera tembleque
pintarrajeada
te acurruca.
Cae polvillo
y lija prepara
campo de acción.
Buscadores de tonos
enloquecen paredes.
Acido pintura
rodillo y pincel
trabajan colores
sueñan.
Y entre laburo y laburo
chuchofrío de bolsillos.
39
don Prudencio
Sereno y claro
rayaba sus días.
Tenía horizonte
más lejano más
que foquito de linterna.
40
juego de manos
Las naranjas
hacían jueguito
como el 10 de la selección.
Las bengalas
acompañaban luces de auto
semáforos
y la gente.
La misma que aplaude y grita
dale bo dale bo.
Las naranjas incesantes
arrastran con la gambeta corta
todos los vientos
de la esquina.
Rugen motores
luz verde
y a correr
naranjas malabares.
Acelera la ciudad
se lleva puesta
ilusiones de propina.
El malabarista
aprietas sus fuegos.
Y el dale vos
dale vos
ponga huevo que ganamos.
41
domingo temprano
Caen resabios de madrugada
viene rodando
alto sol.
Y el fermento.
Pateo piedras
y pateo.
Marcho en la cuesta
de la otra vereda.
Recorro sigiloso
temeroso
la nostalgia.
Saboreo de igual modo
tu sexo depilado.
42
che zapato
Reciben y reciben
las rodillas.
Aguantan lo que viene
sigue costura hilo
remiendos de la calle.
Soluciones baratas
y ligeras.
Cuero gastado
tinta
y los olores de la piel (la tuya).
Todo el día zapato.
Suela de día
suela de noche.
Buenos dientes
entre cuatro paredes.
43
atestigua manada
Puertas aplauden
temprano enloquecen
a cualquiera.
Revistas de sana vida
entregan y joden
y golpean...
Dormir no dejan.
Mucho ruido
pocas nueces
en las ruinas del señor.
Jesús
ha dejado de existir
dios
así lo quizo.
44
atractivo revuelo
Como en las películas
grandote y melenudo.
Alboroto mucho
despertaba y enredaba
parte de ciudad enloquecida.
Los primeros rugidos
inquietaban domador
y su látigo (atigraba aún más).
Los enanos
lucían a diferencia.
Y los vagos chimpancés
pelaban la banana.
Hay que ponerles un billete
te devolverá muchos
pero no era blanco
más bien
parecía cansado
encerrado
de pueblo en pueblo.
El tumulto
perdía interés
con los días.
Aquellas carpas
se llevaron un cacho
de mis porciones.
45
alunados
Amigo
la luna
sirve sólo
a los enamorados.
46
medallón de oro
Intentan peaje
habladurías de la suerte.
Todavía
conservan vestiduras (algunos).
Negocian lo que venga
y lo que va.
En su lengua
entreperdida
cascoteada
gitana colectividad
muerde paso del tiempo.
Y los cachirulos
alcancía
de sus veleros.
47
corso
Desnudos cuerpos danzan
hacen transpirar
al ojo animal.
Y sudan
los cuerpos sueltos
de rabia.
Corre el compás de los bombos.
Ahí va
la chica de los sueños
incendia el carnaval.
Hierve asfalto
y la sangre
y ese ombligo que gotea.
Sacude el esqueleto
mi pueblo.
Cuerpo a cuerpo
abren su abanico
las comparsas.
Achican todos los espacios
y te dejan solo
frente al mundo.
48
eclipse
Hoy
he vuelto a tomar
algo
con el viejo amigo.
Anecdotario sepultado
en alguna parte.
Fuimos amontonando espinas
a contramano.
El tiempo ratero
sin complicaciones
hizo lo suyo.
Y terminamos chapoteando
en la rocosa sencillez
del momento.

Poemas de Luis A.

Es músico y poeta. Como músico hace mejor lo segundo, y como poeta lo primero.

Sobre la luz
de Calipedia
infinito destruyes
confines
del universo
prueba irrefutable
de tu
pasado
en sombras



XXXIV

Lámpara sangrienta
ahuecando
mis ojos
con su luz
tu luz, tulús lutrec
y prostitutas
confines
sin fines
a fines
de lo que nadie
quiere explicar





XIV

No hay fantasmas
en la
ópera
solo quedan
infinitos sobres
sin abrir
puertas infinitas
de la
madera
descubiertas.


XVIII

contra bajo
recorre calles
tu alegría
delirante
maletín
de penas y
muchos olvidos



XXII

infinitos
afines
tan remotos
como la

onomatopeya
iujuuuuuuuuu

de boca surgida
delirante

caricias al margen
de una piel
sin dragones.

martes, septiembre 12, 2006

Celebriedades-returns-III

Desafío: ¿alguien sabe(...)?




Aunque muchas veces no lo veamos, las paredes nos hablan y también nos preguntan: ¿Alguien sabe en que lugar termina el fin?. Nosotros no, por eso si alguien tiene una respuesta que deje su comentario.(Poema hallado en una pared de trelew)
Gracias Yenny por enseñarnos el lenguaje de las paredes.

Spíndola Original

Jerez Volcado

(Versión original del poema, rescatado por Jenny Paredes y publicado en ciudadcircular.cl)
Gentileza de Alfredo Giménez



Te digo que soy viejo

yo era pez
un pez espada de perfil
siempre yéndose
yo era un pez espada
navegando adentro de una roca
mi mar
es una piedra oscura.

cuando era pez
vivía en el cielo
negro
de una piedra gaseosa
y había un túnel en el fondo
había un barco siempre lejos.

después
me puse chico,
niño de hombre,
me puse a deshacer a pelotazos
el portón de la casa de mi abuela
le pegué tantas patadas
que le hice un agujero
y nos fuimos con mi perro.

y hacía frío
afuera del agujero del portón
de la casa de la madre
que criaba pájaros y los soplaba
hacia el favor del viento.

resbalaba
yo resbalaba sobre calles escarchadas
con agujeros en los zapatos
mi perro caimán
lamía mi alma agujereada
se comía la tierra de mis uñas.


soy un hombre viejo

el viento ahora ronca
una vez quebró un poste de luz
delante de mis ojos
y cayeron los cables con pájaros electrocutados
no había luz
eso fue cuando era niño de hombre.

porque otra vez
yo andaba en el agua
y era una manzana salada
una manzana verde de mar
hecha polvo en el oleaje
espuma de manzana
lamiendo las orillas de la tierra.

te digo que soy un hombre viejo

cómo será ser nada
cómo será esa nada
que rodea nuestras vidas?

soy viejo
ya lamí el himen fosforescente
ya soplé con tus pezones margaritas
ya deshojé la punta de tu leche.

he vuelto a dormir
adentro de un ombligo.

ya sé que para volar
hay que arrancarle la piel a una doncella

dame un trago de jerez
y un beso
tus pies son tan delicados
me los bebería de un solo trago.

y ahora la lluvia,
te digo que soy viejo,
la lluvia lava las mentiras

cae sobre los cementerios
y deja como nuevas las tumbas
y las cruces
la lluvia es buena para el pelo

la lluvia moja el mar en este instante

hacen el amor la lluvia con el mar?
nacen hijos de ese amor?
hombres de agua que calmarán la sed
que hay en este mundo?

ahora mismo soy un niño viejo
adentro de una piedra
mirando llover
y llover
sobre el lomo de los siglos
no sé
dame otro trago de jerez.

Poemas de Maha Vial

Poeta chilena, vive en Valdivia y es infatigable difusora de la cultura. Estos poemas fueron sacados de Joni Joy, su último libro. Creo innecesario hacer cualquier comentario porque su poesía habla por ella misma más que el mejor de los elogios.

Poemas

Confusa patidifusa
Pestañas de prosti sofis
parpadea absoluta
reina de los ríos.
Poética del verdegris en el fondo
de lo platinado.
vaguedad germánica incrustándose
en la ósea de frío
de húmedo mohín de moho
¿Dios dejó de sonreír sobre el rostro
de los muertos?
Eólicas huellas vagan por el tapiz
de mater polva en las esquinas
del polvo
(hay alguien aquí que amo con desesperación)
la pobreza desta loca:
escondida bajo cojimesa
no sea que la visita se percate ¡oh, Dios!
¿qué hay de los vivos buenos y vestidos?
¿conspicuos selectivos con cierta tristeza
en el andar?
paseando realeza entre sucias palomas desta plaza de la república
nada más nada menos república.
Y si el ojo avizora su ojo
el milagro desnuda:
lunática chapoteando melancólicos
brazos en el ícono de toda ribera.
Se deja querer, sin embargo,
bajo el trueno del relámpago
vacilante la copa en la penumbra
de los besos.
Así te amo verdorosa:
embriagada y erótica.
Nunca fue más mentira aquella
facha de moderna estructura:
ha de ser el bosque
ciertos lobos payasos
y un río que no acaba de parar
la mirada de su luminosa:
pétalos de ocre color
patidifusa confusa
a ratos pestañosa
en la boca de mi huracán.








Echada sobre la cuenca de la vida esa energúmena fantasiosa
terríbleda fea y pobre más encímela vagando por las callejotas
añorando amores prohibídelos tantos requerires rogándolos
entre tantas bestianas hermosas lozanas no hay salú ni que
fuera una rockoide maldita si por lo menos hablara inglés
Pero la locala insiste es su balbuceo de niñota caprichosa
contaminando el aire con su cargádala de orinaca no hay salú
pa' los respetabloides ciudadanos que pagan sus contribuciones
y escuchan al Mozart sin entender la huevádala mientras la
otra en esa otra realidad continúa llorándola dejando vegetar
los mocoides y la miseria que se niega a morírela.

la lala






La Rosa Moco tiene la pollera sucia
La Sara Moco las tetas grandes
Rosa y Sara pasan por la ciudad dejando
estelas de malolientes fragancias
Una es la madre La otra, la hija
A la Moco madre la cruzan miles de arrugas
como ríos de trapos rotos
de hambre entre tripa y tripa

La Moco hija urde la pasión
bajo las fajas de su mugrería
¡Qué amor ni qué sexo!
Tan repobre y retonta que la han de ver
Ningún hombre decente se acercaría
Pa' cobijarla P'arrullarla y sacarla
de su amurramiento
con suaves y eróticos arrurrúes
¿?????línea o qué???
¿Qué hombre? ¿Quién?
May be Elvis Presley singing love me tender
Pero ya es gusano y en este lado de
la guaracha
la Rosa y la Sara comparten el pan
comparten el vino



oh tan bíblica que es la pobreza

lunes, septiembre 11, 2006

Palabras desde California


Miguel Martínez

Nací en Stanford, California, Estados Unidos, durante el exilio de mis padres durante la dictadura militar argentina.Vivi seis años en Mexico, y en el 84 tras el retorno de la democracia, me instalé con mi familia en Carmen de Patagones, Argentina.
Actor, escritor, recitador de colectivos,empleado de alguna editorial olvidable, lavaplatos y actual busboy en San Francisco, California.
Así recorri ciudades del sur y pueblos de sudamerica, de Neuquén a Cartagena, de Villalonga a San Francisco, a veces quedandome a vivir, casi siempre de paso,
y actualmente en California, junto a mi compañera, con el enorme deseo de retornar a Argentina en pocos meses y descorchar un vino con ustedes.


Madrugada


Todos en el final.

Llegamos en buses,

otros de la mano, a gritos algunos,

y unos pocos sin palabras.

Una madre con flores

daba senales de pisar la tierra,

desfilaba con un hijo en un brazo y nada

en el otro brazo.

- alguna vez estuve – dijo alguno- en el desierto

del oeste , en el embarcadero de alla, en un puerto de aca,

con una orquesta.



En tanto la noche no callaba nunca

y una bestia dormia, ya humeda,

a caballo

(porque ya no era sueno de nadie)

y un abejorro le tomaba el pelo.



Todos se inclinaron por el recuerdo,

por el vino en el paladar,

la comida caliente,

la mujer, la misma,

el hombre, mi querido.



Unos seres volvieron a nosotros,

nos tomaron del pecho para saber si estabamos locos,

nos revisaron los dientes.



Yo preguntaba por mis muertos,

y no halle mas que una cancion de cuna.



- ey, yo tambien soy argentino – dijo un argentino – argentino argentino,

y hay que vivir con esta mala, con esta mala, con esta mala suerte mala

salud

la reputisimamadre.



Caminaba un idiota de madrugada pidiendo cigarrilos

y porros y molestaba y molestaba en la garganta de los amigos del museo.



Tomamos café en el velorio de un senor asesinado en el noticiero de canal 7,

y por la manana aparecio Helen en brazos de Juan Gelman

o de cualquier otro hombre

(en brazos de Juan Gelman si sus pechos crecian,

en brazos de cualquier otro hombre si sola oscura

no sabe nada nada sino callar o deshacerse) .

Nadie dijo palabra

(todos alguna vez hicieron el amor sin pavura

sin dar con su paradero,

en un oscuro pais que no tiene nombre) .

Con los pulmones crecidos

(no en el agua no en la tierra)

el marido de una mujer lloraba con a.dvertencia:

que calamidad que calamidad

detras de cada madrugon se esconde un titere,

detras de cada ano

se esconden miles de ninos con desnutricion y moscas.



Un borracho de la misma luz

entonaba una cancion:

venga un rasgueo y ahora..con el permiso de ustedes le estoy cantando senores a..a..
un pedazo de mi corazon…donde estas corazon?...araca corazon…cristal…tu mirar,tu reir..
que sapa senor…te maquillaste el corazon…fantoche herido mi dolor se alzara…se alzara..
cada vez que…la noche mas absurda..el dia…sol de mi vida fui…y en mi caida..
donde estas corazon?...pilchas viejas…unas flores y mi…y mi
duende que en la sombra…
llore sin saber llorar,
cante sin saber cantar…
venga un rasgueo y ahora…

y todos aplaudieron ese olvido,

todos,

malandras, viejos carcamanes, un peloduro, un alunado, una bataclana, un bichicombe,

una briquetera, un cabure, un cacatua, un cachafaz, un cafiolo, un calandria, un calesitero,

un canillita, una chirusa, un cocoliche, una concheta, un cortamusa, una copera,

un cornelio, un diler,

y tambien una fasolera.



Era un boliche piola, para hecer los bajos,

arrimar la chata, dar alce al cuore.

Era un farangon bien debute,
un batuque, de entrecasa.

pero,

un dia nos quedamos en yanta.

- estamos en la lona viejo – dijo un loco- nos patearon el nido.



Ahora cada uno en su pais,

en el pais donde a cada uno le ha tocado cinchar y tener hijos,



como juguetes que aprenden a creer en dios,

como una marioneta enferma

que solo recuerda un beso,

un solo beso, en su verano final y te dice al oido:



Las callecitas de Buenos Aires tienen ese que se yo viste?
salis de una casa,
de cualquier casa menos de la tuya,
por el abasto,
lo de siempre en la calle y en vos,
una cloaca,una estafa,un monton de companeros muertos,de tangueros envilecidos,
de rubias taradas.
cuando de repente detras de un tugurio me aparezco yo..


Eso dice la marioneta.


Por la manana,

un vendedor ambulante,

de bus en bus,

de rostro en rostro, recita bienaventuranzas,

garantiza el buen uso de sus maquinitas de afeitar,

libritos para colorear, los poderes magicos de GILDA, por la modica suma…

Una enfermera acude a sus moribundos, palpa rinones, sostiene los penes,

lleva el dedo indice a los labios:

SILENCIO POR FAVOR.



Lo que queda es

un hombre dividido por su dolor, haciendo pis en el recuerdo,

casi sorprendido por las luces de la ciudad.

Es un murcielago de fiestas familiares, casi hombre, con raices en el pasado.

Cada recuerdo, cada legumbre acostumbrada al pedacito de hombre,

cada ojo repartido por la mitad en el vicio de esta madrugada, este disfraz de vagabundo:

por el mismo nombre te van a llamar a vos,

color de penurias,

numero de identidad,

estado civil,

sexo,

estatura.

estamos perdidos en el otro mar, fuimos abandonados por la misma madre

y todos somos padres de esta excavacion, de esta desgracia.

virgen angustiada y aburrida y viciosa, perro suelto en el corazon, canerias

de todas las habitaciones podridas al sol,

donde durmieron a mi lado dieciocho mujeres histericas y una escritora de sonetos desagradables.

Ultimo gesto de perdon.

Ultimo escalon de olvido.

Maremotos en el cuerpo de dios.

Es preciso el poema?

pregunto a quien corresponda.
Yo guardo con desprolijidad unos cuantos poemas de amor, son poemas mios,

sobre gente que vive muy triste y en lugares muy hostiles.

Tambien escribo sobre los muertos, cuando pienso que ellos no pueden andar en bicicleta,

ni discutir sobre politica, ni tener celos,

ni siquiera pueden volver a ser ninos

se da cuenta?

si yo estuviese muerto no podria hablar con usted,

ni hacer el amor con mi mujer despues de hablar con usted,

ni preparar un matecito luego de hacer el amor con mi mujer.

y si usted estuviese muerto tampoco podria escucharme.

verdad ?