domingo, noviembre 19, 2006

Libros selectos-segunda entrega-



Selección de Alfredo Gimenez

Danza Curva, de Ricardo Miguel Costa, publicado por Ediciones del Dock (1999)


Con siete libros publicados, Danza Curva (Ediciones Del Dock, 1999) está en el centro del total de las publicaciones de Ricardo Costa, porque en este libro convive algo de lo que desarrolló en sus obras anteriores, con el anuncio de lo que vendría después.
Parte indisoluble del grupo encargado de renovar la poesía patagónica en los ajetreados y gloriosos años ´80, Costa se diferencia del resto por la ausencia del paisaje patagónico en forma explícita en sus poemas. Su relación con el entorno bien puede ser la meseta neuquina o un amplio patio de su casa natal en el barrio de Boedo (“muy cerquita del Viejo Gasómetro” como recuerda siempre). “Tal vez por ese brusco cambio de paisajes no hay marcas del entorno en su poética, si la gran ciudad fue tragada por la misma Patagonia o viceversa, no lo sabremos”, dirá de él Laura Yasán.



Estrategia

No es más fuerte quien recuerda la sutura
de la carne para retomar el combate.

El que invade el temor y lo corta con la ternura
de quien se cree seguro temblando,
es quizás el espíritu de esa fortaleza.

El amor al temblor convierte al hombre
en una mínima esperanza de su confianza.

Le otorga la sabiduría de volver a temer.


Danza curva



Con un cuchillo la vastedad es inmediata.
Tomar un bocado o cometer un crimen, pueden ser
dos extremos posibles para el ánimo de quien lo empuña.
Para el que mata, el corte es una danza curva
contra el cuello.
Para el hambriento, el corte contra la carne
es la bendición de su miseria.
Pero el que hunde la palabra cuchillo en un poema
corta y troza sin bendiciones ni danzas.
El poema puede ser un tajo luminoso que separa la carne
de tu alma para flotar.
Sólo en la voracidad del hambre está la inmediatez.
La vastedad, en el temor de la víctima y en el vértigo
de quien escribe.




Exequias



Tu boca quiebra un insulto
y lo comparte conmigo.
Luego me besa para impedir una respuesta,
para que el insulto continúe repitiéndose
en su mensaje.

Las historias no dichas aún en nuestras vidas
deberían construirse sobre un testamento.
Nosotros, los testigos del hecho, sabremos
respetar la memoria del pasado.
Mientras tanto, yo guardaré silencio por mi silencio,
ahora que tu boca cava una sepultura
y el cadáver es un beso que se rompe.




Trapo con mascota



Me decía No me apures. No me saltes
encima. Amame como hay que amar. Entregá
todo por algo: oro por tierra, hambre
por fatiga. Doblame el alma y mordémela
contra el pecho para tenerme enteramente
abierta.

Me hacía temblar como un trapo enganchado
en el alambre, como un animal desflecado,
como un cachorro ajeno a lo salvaje.

Y yo ladraba, pedía más, le daba la pata
y me sentía un ángel satisfecho cuando veía
con emoción que cambiaba tierra por oro,
fatiga por hambre.




Ars amandi II


El amor es la traición más delicada
que puede sostenerse entre dos víctimas,
basta que una de ellas caiga primero
para que el otro asuma el poder.
El caído no sabe que ese dolor es suyo,
por eso piensa en el otro y lo compadece.
Duda entre someterlo o ser dominado
porque ignora que la voluntad es la negación
del poder sobre los caídos.
Arte simple y cruel, como la herida que falta
cuando la decisión está cargada en un puño
y alguien mide el golpe sin anunciar
cuándo, dónde, ni por qué.



Adrenalina



Pienso en la mano que dibuja
con un cuchillo la muerte.
El puño armado no participa
de la atención del autor.
La adrenalina busca a través de sus ojos
los ojos de la víctima, mientras la mano
trabaja una y otra vez sin descuidar
el ritmo.
Ocurre lo mismo con quien abre un poema
sin mirar lo que escribe.
Sólo hunde la mano en la carne de la palabra
para ver.


Graffiti


Una pareja de amantes
se aprieta contra una pared.
“Viva Muerte”, dice en la pared,
y yo los miro gozar hasta hacer de esa muerte
una palabra acogedora.
Tal vez cerrar los ojos y morderse
no sea la manera más combativa de acabar
con ella. Pero la pintura se debilita
y la muerte se convierte en una verdad
que ya no tiene importancia.



Primer movimiento


Una boca quieta junto a otra boca quieta
prueban que la levedad del tiempo
podría transformarse en un dibujo ciego
del deseo.
Por eso la boca en la boca del otro.
Por eso el cuerpo mayor sobre el menor.
Por eso algo mueve la luz y las ideas previas
se apagan lejos, en una hoguera propia,
en un aire quemado.




No toda es vigilia
la de los ojos abiertos
M. Fernández


De todos los mundos posibles
el del reposo es el más aterrador.
El tiempo que demora un alma
en construir la palabra Alma,
es el preciso instante en el que
la historia de un hombre
comienza a intuir la muerte.
Escribir no me salva del temor al tiempo.
Pero sí hace que el mundo sufra el reposo
de mi cuerpo, mientras agito una idea incontenible.




Da capo


Desnuda en la cama.
Tira la cabeza hacia atrás
cada vez que se ríe.

El arco de la nuca.

El cabello le cubre el arco
de la nuca.
Allí, donde quema el latigazo
de mi lengua, donde la punta
le arranca la carcajada,
donde su voz baja para aplastarse
contra la almohada y demandar
lo suyo: cegar los ojos,
darle todavía más, castigarla
oara que vea.
Bien arriba de ella.
Desnuda. En la cama.
Sobre el arco de la nuca.

martes, noviembre 14, 2006

Poema de Raúl Mansilla



UNA MUJER PINTÁNDOSE FRENTE AL VACIO

El vacío no era como creía una mancha imperfecta con bulones en los cuatro costados asido a la noche de manera solitaria. El vacío es el paisaje que se crea cuando la puerta se cierra definitivamente y uno queda adentro y otro afuera.El vacío fue inventado por la televisión en mil novecientos sesenta y nueve con tres astronautas saltando ridículamente en un galpón.El vacío tiene varias cuadras de tierra que riega regularmente un camión que no es de Dios como cree el panadero.El vacío es una pintura de Jackson Pollock en el baño de mujeres. Es como un chicle con sabor metálico va y viene en los asados argentinos.El vacío sos vos frente al espejo de un sábado en que la marca de agua original del rostro lavado pasa a convertirse en Bagdad. Nuestras madres llamaban seducción al vacío de enfrentar al espejo con el arsenal de lápices para delinear para pintar labios cejas rubor por acá y por allá el subrayado es tuyo en noche bestia en la noche para romper todo con tu mirada verde para que griten los otarios.“Si primero no te amas no podés andar por ahí presumiendo que podés amar a otros” es la premisa del espacio vacío. El vacío es un dolor de muelas, una taza cayendo de tus dedos. Trizas. Trizas. No podés andar así queriendo a todo el mundo pensando en clonar tu vacío personal en el afectuoso saludo a madres padres abuelos. Cómo está tu vida, qué vas a hacer el próximo quinquenio?. El vacío es el sábado arrojan arroz y no se de donde viene la manía la fotito en la fuente de agua el ridículo vestido blanco las bocinas el novio, la novia los padrinos de armas. Son labios los que encienden la mecha de ese fuego artificial que es el amor y que inventaron los chinos como inventan todo?.Ojos rojos rasgados en sus vestiduras del mirar que invaden de arroz los registros civiles de todo el vacío que quieren comerte occidental y cristiana a vos que ya estás radiante en el espejo con tu pelo rojo y tus ojos verdes delineados y tus labios dobles listos para salir al ruedo que a moneda de hoy es vacío. Primera semana de marzo donde ya todos cobraron en metálico lo que a moneda de hoy serían menos birras menos fasos menos escabio menoscabo de lo que realmente es el vacío para pintarle la cara al más pintado. La poesía es como el vacío pero sin la capacidad que esta tiene de vencer al óxido que genera tu cabecita loca como un gel. La poesía es metálica como el mundo de Mad Max y se la puede desarmar a partir de un gran bulón que tiene en la parte inferior de la carcaza amarilla lírica si es que todavía no se soldó con la herrumbre del líquido citado que nace en la cabeza del mismo vacío. Pero nos estamos yendo del vacío del instante en que frente al espejo de tu baño te disponés a ponerle el moño al cuadro de Gauguin cuando el leve movimiento de tu mano derecha abre la puertita blanca del vanitory para extraer el Eau de Toilette todo revuelta en tu piel para justificar tu presencia en el vacío en el ángulo opuesto del vacío donde estaré y donde cada uno olerá lo que quiera porque para eso se cerró la puerta para que cada uno tenga su propio paisaje vacío.

domingo, noviembre 12, 2006

Un poeta en Bahía Blanca

La obra de Osvaldo Costiglia no goza del reconocimiento merecido en esa triste y gris ciudad; haciendo frente a ésta injusticia la revista La posición, dirigida por el escritor Maxi Crespi , le dedica en su último número un Dossier que incluye una selección de poemas con una oportuna y aguda Introducción del poeta Álvaro Urrutia. Reproducimos a continuación dicho material confiados en que - como dice Urrutia en la introducción- "a pesar de todo la buena poesía siempre sale airosa en ésta lucha"





Invitación a la poesía
Por Álvaro Urrutia



Sabidos son los muchos escollos que debe superar la poesía en estos días. Luchar, en un primer momento, con una sociedad que poco entiende de tiempos de reflexión, de los tiempos de la poesía. Entonces nos apuramos, desentendiéndonos del problema, a responsabilizar exclusivamente a los gobiernos militares, y al frívolo neoliberalismo, del estado en que se encuentra la cultura. Un segundo momento, que es una problemática a la que los poetas no pueden hallarle culpables externos, es la arbitrariedad por la que se rigen la difusión de obras en las distintas revistas de poesía, y en la entrega de premios o becas a poetas. Así vemos cómo muchos poetas menores se pasean mostrando como grandes logros premios y becas, que ganaron en algún concurso en que era jurado algún colega amigo, y a grandes poetas maltratados por la crítica o desdeñados. Así, las revistas realzan a un poeta sobre otro, por un capricho que pocas veces justifican seriamente. Entonces le hacen a un poeta una entrevista, sin dejar que hable demasiado de su obra, interrogándolo sobre la de otros, con la que el entrevistador simpatiza. Los medios de manipulación son muchos y nunca bien intencionados. Estos mercaderes alimentados por un snobismo cultural que siempre los respalda, son los verdaderos enemigos de la poesía: precoces, apurados a definir qué es poesía y qué no lo es, clausuran el acto libre de la creación.
Pero, a pesar de todo esto, la buena poesía siempre sale airosa en esta lucha. Un ejemplo actual es la obra del pampeano Bustriazo Ortiz, que a pesar de ser una voz alejada del canon, se impuso hoy en la escena poética. Fotocopias de sus escritos recorrieron la Patagonia, pasando de mano en mano y de boca en boca, obligando a que se ponga atención en su poesía. Análoga es la suerte que corre la obra de Osvaldo Costiglia, este gran poeta bahiense, del que hoy se me ha encargado hacer una selección. No llegué a su obra por haber leído sobre él en alguna revista, ni porque me hablaran de premios o menciones que haya recibido. De boca de Guillermo David me llega la primera recomendación de leerlo. Pocos días después, en la marcha del 24 de marzo de 2005, tuve la segunda recomendación de su propia boca mientras hablábamos de Manuel Castilla, entre el tumulto y los cantos de la multitud contra el olvido, Osvaldo nombró a Walter Adet, otro gran poeta salteño, y con suave voz, me recitó, de memoria, el poema “Los oficios”, a pesar del ruido de la marcha, su voz se dejó escuchar con excesiva claridad, y me hizo reconocer casi instintivamente la genialidad de ese poema. Sin duda esa voz suave, hermanada con el silencio, era la voz de un verdadero poeta.
Las casualidades, o las causalidades, me han dado la posibilidad de conocer la gran obra poética de Osvaldo Costiglia. Posibilidad que espero poder pagar al menos en parte con esta selección de poemas, que pretende incentivar la lectura de este poeta de Bahía, ¡perdón! EL POETA de Bahía.
He optado por exponer sus poemas cronológicamente, de modo que se pueda seguir la “evolución” y los movimientos de su pensamiento. He tratado que queden expuestos los temas que considero de mayor importancia en su poética: el tiempo y la realidad política. Ambos están ligados estrechamente. El pasado siempre vuelve, son las voces de los ausentes y son las voces del olvido y de la memoria. Nos dice: “Hablo en la boca con otra lengua /en la que mi lengua se enreda...”. El presente le hace sacar la mano de la manga del sacón “para tocar el árbol de la esquina /como si fuera un hermano nocturno /e impasible.” El futuro lo invita a poner “en la mesa tres o cuatro vasos /para dos o tres improbables /convidados por la blancura del olvido”.
En su poesía siempre está presente, lo que él llama, refiriéndose a Giannuzzi pero que podría haber dicho de sí mismo, una “vibración ética”. Vibración ética que lo hace volver al pasado, al de la larga noche de la dictadura, a dialogar con la memoria y con la culpa del olvido. Así, la poesía de Osvaldo, deviene política por propia elección. La política y la poesía se “interpretan e implican mutuamente”, nos dice en el prólogo a su antología Poesía y Política, y completa: “La poesía debería, tal vez, encarar la política desde esa condición de búsqueda de una palabra que no aparezca en los discursos, una palabra única e irrepetible, pero que lleve luz a ese terreno arduo y transitado por multitudes.” Esta es, sin duda, la principal intención de su poética.
Todo lo que pueda seguir diciendo sobre esta obra estaría de más. Aquí los poemas:




EN LA LENGUA, ESE PÁRAMO

Hablo en la boca con otra lengua
en la que mi lengua se enreda
palatal o nasal, acepto la fonética
del destino, los sonidos oscuros
como si fuera la caverna platónica,
pero sin cuerpo, sin manos.
Alguien contiguo a mí en ese
pequeño departamento
desfigura las figuras del amor
en el abandono de la saliva.
El castigo es amanecer
con la memoria reseca
y sin addenda
como corresponde a la categoría
de un ser único.
B.B., 19/08/2002. Palabras asediadas.

DESMEMORIA
A Paco Urondo
La isoca en el trigal, o algo así,
alguna plaga en las cabezas
del país trigal, moviéndolas,
las cabezas, de un lado a otro,
como si algo se moviera, como si pensaran
algo y vos buscando entre los viejos
rejuveneciéndolos en la revoluciones,
pasado de revoluciones
antes de empezar.
Tus pasos de samurai
cuando ya no hubo joda
cuando les dijiste que nunca la hubo.
Ahora, que tristeza
nos disponemos a olvidar,
justamente nosotros,
bañados de oscuridad
y luz de ausencia,
justamente ahora y con un hilo de voz
no mas ancho que el filo de un cuchillo.
B.B., 16/07/2003. Palabras asediadas.


MEDIANOCHE
La casa de enfrente se ilumina.
En esta noche de vino negro y soledad
me gustaría cantar y proponer un brindis
poniendo en la mesa tres o cuatro vasos
para dos o tres improbables
convidados por la blancura del olvido.
De todos modos el ensueño
encogido sobre la nuez del tiempo
corrobora que la sombra en la pared
coincidió alguna vez con un cuerpo.
Edades de la memoria, edades de la desmemoria
deslizándose como arena
abandonando el fruto al oleaje inmóvil
de las palabras.
B.B., 25/05/2001. Ciudades del invierno.

ESTADO DE COSAS
Me refugio en la desnudez como si fuera
el buen salvaje de Rousseau que no soy:
pero hay que tener en cuenta que la filosofía
es ardua y el sudor precede a su rigor mortis.
Está la ciencia y sus amaneceres que anochecen
por lo general antes de tiempo,
con su vena matemática que solo aporta indiferencia.
A la literatura la corroe la desdicha
si pasamos al sillón al patio derruido.
Y la poesía, bueno, la poesía se escribe... ...
a veces.
B.B.,11/03/05. Selección poetica 2001/2005


LLAMADA AL AUSENTE

Eras el espía que se desvanece entre las sombras
saqueado ya el secreto del siglo
dejas paso al ventrílocuo
que aceza con una voz sin raíces
el vacío del tiempo
y despoja a la vida de su resplandor.
Las traslúcidas presencias de la ciudad
arañan los sueños, los apagan,
entre cortinas ajadas de escalofríos.
Suena un timbre en el fondo de los años,
interminablemente,
en un país que sobrevive.
B.B., 16/03/2001. Selección poética 2001/2005


EN MI CALLE

Se me hablaban las manos esa noche
y las metí bajo las mangas estiradas
del sacón.
Sólo volví a sacar una sola,
para tocar el árbol de la esquina
como si fuera un hermano nocturno
e impasible.
B.B., 06/08/2002. Palabras asediadas (2001/2003)- inédito.

¿Qué hace la poesía?

¿Qué hace la poesía en esta amena reunión
donde se habla de crisis o dichas y desdichas
cotidianas?
¿Qué hace el poeta, ese hombre mas o menos
menor, donde algo no esta en su lugar
para que digan bueno, él es así, pero adorna
unos momentos la charla antes de pasar
a lo que importa?
¿qué hace cuando gira su cabeza
y pareciera que mira llover a su espalda?
La primavera cuando es su tiempo
también deambula como una mariposa
por su boca, pero
¿qué va a decir por lo no dicho?
Los brillantes invitados lo escuchan
cuando quieren obsequiarse
la breve alegría que su incoherencia habilita
pero hay un tiempo, una leve frontera
que deberán reconocer
porque su mundo no debe desbordar
de su cabeza, ese alhajero
que todos parecieran conocer
como si durmieran con él,
abierto en la mesa de luz
y recibiendo la mañana.
B.B., 27/02/05. Selección poética 2001/2005.

DEBO HACER ALGO TODAVIA

Debo saludar las voces que ignoré
resentir el olvido que me eligió
traducir el lenguaje de la fiesta
a la luz de su final
decirles a los cantores
que allí estaré
plantado en la neblina
apoyado en la madera
a cuenta de sus crujidos
las manos perdidas en las tareas
incomprensibles de la vejez
recogiendo los restos de la mesa
para iniciar la ceremonia de las cartas
y educar a lejanos amigos
en los relatos de la luz menguante
en los relatos de la desmemoria.
B.B., 24/04/1996. Condenaciones y Resplandores (1995/1996)- inédito

sábado, noviembre 11, 2006

De la nostalgia en Sión al beligerante estado de Israel

Por Dante Sepúlveda

Como todos saben en estos días se reavivaron los ataques del ejercito israelí a blancos civiles en Cisjordania y Gaza.
En el año 2003 se me encomendo la -no muy fácil- tarea de preparar una disertación indagando el origen de los fundamentalismos Musulmán y Sionista.
En la intrincada labor de la investigación se llega, a veces, a una acumulación de datos inconexos.
Recuerdo que la charla no tuvo muchos adeptos, pero lo que transcribo a continuación fue lo mejor que pude hacer.

"pues si mi vida es lo que pidiese,
eso le daré"
Versículo 21, Capítulo 22.
Libro del Job

"dicen los hombres dignos de fe,
pero Alá sabe más"
Jorge luis Borges


El hombre nació cuando las fuerzas del Tercer Reich aplicaron la solución.
Tiempo de paz en Gaza.
La mujer emigró con los sobrevivientes.
Años después, lo vió entrar.
-Qué culpa tenemos, interrogó.
Se fue sin respuestas.
En el otro extremo de la calle, la mujer, lloró por él y por todos.
El hombre se inmoló en aquel bar de Tel Aviv.
En alguna parte, Ismael e Isaac, reían tristemente.

sábado, noviembre 04, 2006

Libros selectos -primera entrega-


Con la presente selección de poemas se inaugura una nueva sección en el blog, se entregaran fragmentos de libros, que quien esto escribe considera indispensables en la poesía patagónica, en esta oportunidad se presenta la primera parte de “El héroe del líquido” de Raúl Mansilla, editado en 1999 por Ediciones del Dock.
En este libro Mansilla agudiza la estética iniciada en “Las estaciones de la sed” (Último reino, 1992), construyendo “el héroe” como un personaje casi de novela articulado de manera impecable con la claridad y “elegante crudeza” que caracterizan al “poeta de ojos rojos”. Aquí los poemas:





EL ORO DE LOS TONTOS

Nada es oro en la mirada del héroe.
La fe ha sido abandonada y no hay nada que inventar.

Nada que curar, nada que nadar.

Nada que negar, las ramas ya están,
sobre el árbol del que cuelgan, líquidos,
el padre del padre del padre de su padre.

Nombres mudos e hijos naturales del alcohol.

Ni cruces de madera en las pupilas dan razones valederas.

Ni el arroz arrojado por Dios a los felices,
ni las madres recordando su futuro en el espejo.

Oro de los tontos.
El silencio es negro y blanco, sólido y gaseoso,
y se proyecta líquido en la pupila del héroe
que mira la vieja foto en donde está tan claro el crimen
y tan borroso el asesino.


EL CARPINTERO LIQUIDO

Cuando entendió la geometría del paisaje
ya se habían borrado los paralelos y las sombras.


Mudo, no tuvo palabras para definir la soledad.

Perdido, en un mapa de viaje,
Ni un punto de vista, siquiera, ni un mojón.

Precariamente, hizo una casa de madera,
de la que yo salí una noche,
cuando entró el alcohol.

Extraviado, y ya sin tonos,
exaltó colores que dijo tener en la manga,
y los griegos entraron a la miseria del hogar,
en un caballo delgado,
sin equilibrio,
inverosímil.



EL BARRIO LIQUIDO DEL HEROE

Sepultado entre cientos de viviendas,
yace lo que fue de niño.

Oculto por signos de cemento que lo niegan,
es devuelto por la luz.

Se repite en las ventanas rotas,
donde en cada trozo crece, todavía el padre,
volviendo borracho y a las diez.

Bajo las viviendas, tiembla la cabeza del joven,
entre varias capas de alcohol,
mientras la noche es un revolver de vidrio
y la madre gime
en los rincones del diablo.


EL CUADRO DEL HEROE

Cómo las muñecas rusas, el cuadro muestra
heridas, por donde entran aldeas
que pintan el mundo, su mundo.

Entre superficie y fondo,
entre botella y botella,
uno tras otro el rostro, uno tras otro.

Y la mujer repetida en el papel
y el derrotero de la física,
y el camino de todos los perdidos,
y la imagen,
con senderos al crimen.

El cuadro en la pared,
con heroínas rusas,
que entran y salen de los inundados ojos del héroe,
que no alcanza a ver el oro en la foto
ni los cadáveres,
esperando,
ser enterrados,
dignamente.


HEROE TEMBLANDO EN EL BAR

El hombre que tiembla en el bar,
repasa sus días en el vidrio de la copa.
Busca en su pérfido cristal al niño,
que lavó el oro en las lágrimas de un tonto.

Hurga en el barrio viejo los restos del muerto,
que pesa cada día mas.

Sábanas, ortigas y alcohol.

Agujas de botellas,
el hombre que tiembla en el bar anuncia su caída en el reloj,
que nada sabe de héroes
ni el lenguaje de las copas es un bote a las dos.

Y no es dorado el paisaje ni bucólico el rostro del héroe,
que lleva la copa vacía hacia la verdad intensa,
que no dice nada pero justifica
la presencia del hombre arrumbado
en la butaca mas sola del mundo.

LA SANGRE DEL HEROE

Pieza móvil, en el suelo petrifica el aviso,
de que es el extremo del líquido.

Subvierte la baldosa blanca,
no sabe escapar de su color.

No extraña la vena abandonada,
sabe su destino,
supo ser vida,
ahora sabe perderse,
en los zapatos de todos los curiosos
que miran al asesinado receptáculo
de vidrio.
LA CONSTRUCCION DE LA PERLA

I

Con la misma persistencia que sus antepasados
una suma de gotas horadan al hombre en la mesa del bar.

Y entre todos, hacen el héroe, la perla,
la roja promesa nacional,
envuelto en la madera, el vaso, el caos, el mozo
y el cuadro de tres pesos.


II

Una marea de vasos y hasta el cuello,
en la ruta preferida, dos veces, el hombre,
mojado por su sed.


III

Una mesa soportando la historia del alcohol.
una perla naciendo de la destrucción.


IV

En la calle, barcos que partieron, niños pidiendo un baño a su madre,
portones donde se ha excedido el sol
y en la vejez del líquido toda su familia,
boca abajo en la humedad.


V

En el vaso,
las últimas naves a punto de ser incendiadas
por el tinto destino que ahora da a los felices.



MUERTE LIQUIDA

Saciada al fin la enorme sed
y envuelto en el objeto de su destrucción
parte hacia el suelo el héroe del líquido.

Procesión de ataúdes de botella,
cenizas de vidrio arrojadas al mar,
hijos quebrados en el techo:
fervoroso panorama de la destrucción.

El único crimen perfecto ha sido cometido,
y un hombre, parte,
espeso,
hacía el líquido final.